La venta de gafas falsificadas en establecimientos de óptica no es un asunto baladí. Se trata de un hecho de extrema gravedad, no solo por los perjuicios que genera a los dueños de las marcas, sino por el menoscabo que prácticas de esta naturaleza produce en la credibilidad del sector.
La venta de gafas falsificadas en una cadena de ópticas, un asunto de extrema gravedad
El último operativo de la Policía Nacional, en el cual se detuvo a una persona que suministraba gafas falsas a una cadena legalmente constituida, ha saltado a los titulares de varios medios de comunicación
El último operativo de la Policía Nacional, en el cual se detuvo a una persona que suministraba gafas falsas a una cadena legalmente constituida, ha saltado a los titulares de varios medios de comunicación generalista, tanto de alcance nacional como local. Hete aquí algunos ejemplos:
Intervenidas gafas de sol falsificadas en una óptica de Burgos; Descubren que una cadena de ópticas vendía Ray-Ban falsificadas; La Policía interviene cientos de gafas de sol falsas que se vendían en una cadena de ópticas…
El ‘top manta’ vende tres de cada cuatro gafas que se comercializan en España y el 50% de las gafas del mercado son falsificaciones
Y todo esto ha pasado en un momento en el que el sector óptico español se encuentra inmerso en una batalla por ganar el mercado de las gafas de sol que, en 2022, generó unos ingresos de 176,4 millones de euros, un 12,1% más que en 2021, según los datos del Libro Blanco de la Visión.
El alza en las ventas de gafas de sol no solo se ha producido por la finalización de la crisis sanitaria provocada por la covid y el consiguiente regreso del turismo; a ello también han contribuido las campañas la Asociación Española de Fabricantes de Óptica (AEO), liderada por Pedro Rubio, con la finalidad de impulsar el sector.
Ahora, tras lo ocurrido, cómo les decimos a los consumidores que no compren sus gafas de sol en portales de internet de origen incierto, en bazares, gasolineras o en el top manta.
Lo sucedido puede ser un hecho aislado, pero lo cierto es que ha pasado. Y como ha pasado, el sector está en la obligación de activar todos los mecanismos para que este tipo de anomalías no vuelvan a repetirse.
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