Elisa Aragó: “La Seguridad Social ya actúa de forma proactiva para recomendar tratamientos para controlar la miopía”

Elisa Aragó es una profesional del sector con una amplia experiencia y, actualmente, es vicepresidenta de la Sociedad de Optometría y Contactología de la Comunidad Valenciana (Soccv). Aragó ha trabajado en diferentes centros ópticos en Madrid y Valencia y es la propietaria de Opticalia Marel en Cullera, donde centra su labor en el gabinete y en la gestión de la óptica

Pregunta: La visión infantil es un área clave en tu experiencia profesional. ¿Qué retos y particularidades encuentras al tratar a los niños en comparación con los adultos?

Respuesta: Tratar a los niños requiere un enfoque diferente al de los adultos. Primero y principal para tratar con niños, te tiene que gustar. Los niños a menudo no pueden expresar sus síntomas de manera clara, por lo que es fundamental ser observador y tener paciencia. Siempre intento llevarlos a mi terreno y que se olviden de que están haciendo un examen visual. Planteo las revisiones infantiles como una gincana con elementos de minions por toda la consulta. Además, hay que adaptar las pruebas de visión a su nivel de comprensión y hacer que el proceso sea lo más divertido y cómodo posible para que se sientan seguros y colaboren.

P. ¿Cómo cambian los enfoques terapéuticos dependiendo de la edad y la necesidad del paciente?

R. Cada etapa de la vida requiere un enfoque diferente. Para los niños, nos centramos en detectar y corregir problemas tempranos para asegurar un desarrollo visual adecuado. En adolescentes, el enfoque puede incluir el control de la miopía, mientras que en adultos y mayores, la prevención y tratamiento de enfermedades como el glaucoma o la degeneración macular se vuelven prioritarios. Cada edad necesita de tratamientos diferentes, y hay que conocerlos.

P. El control de la miopía es una de sus especializaciones. ¿Cuáles son las opciones más innovadoras que actualmente existen para frenar la progresión de la miopía?

R. Nosotras estamos de forma activa con los tratamientos para el control de la miopía desde 2017. Actualmente, las últimas opciones que han aparecido en el mercado son los lentes oftálmicos con los que también estamos obteniendo resultados muy buenos. Y lo más novedoso es que la Seguridad Social ya actúa de forma proactiva para recomendar tratamientos. Y combinados con atropina los estudios nos indican que funcionan todavía mejor.

P. ¿Qué impacto tienen estos tratamientos en la calidad de vida de los pacientes jóvenes?

R. El otro día vino un niño de 11 años a revisión y se puso a llorar en el gabinete porque no le ha subido la miopía. Desde que llevaba gafas siempre, en cada revisión, teníamos que aumentar la graduación, y por fin. con el tratamiento de control de miopía no le había subido.
Ellos no son conscientes de que están protegiendo su futura salud visual, pero son felices porque no les aumenta como antes la graduación.

P. ¿Cómo incorpora la inteligencia artificial (IA) en sus tratamientos de terapia visual o en el control de la miopía?

R. La inteligencia artificial se puede utilizar para personalizar tratamientos, realizar seguimientos más precisos y analizar grandes volúmenes de datos para predecir la progresión de la miopía. Los logaritmos ahí juegan a nuestro favor. Además, permite diseñar programas de terapia visual adaptados a las necesidades específicas de cada paciente. No hay que olvidar que la terapia visual también la usamos para adultos.

P. ¿Qué ventajas y desafíos ves en el uso de tecnologías como la IA en la optometría?

R. Las ventajas incluyen una mayor precisión en los diagnósticos, la posibilidad de personalizar los tratamientos y la eficiencia en la gestión de datos y registros médicos. Los desafíos están en la integración de estas tecnologías en la práctica diaria, el coste de implementación y la necesidad de formación continua para mantenerse al día con los avances tecnológicos.

P. Usted se defines como una friki de los números. ¿Un buen servicio en la óptica cómo influye en la cuenta de resultados?

R. Un buen servicio en la óptica puede influir positivamente en la cuenta de resultados a través de la fidelización de clientes, el boca a boca y la reputación. Clientes satisfechos son más propensos a regresar y recomendar la óptica a otros, lo que puede traducirse en un aumento de las ventas y del margen de beneficio.

P. Usted también es asesora de ópticas. ¿Cuáles son los mayores errores que ve en la gestión de muchas ópticas?

R. Algunos de los mayores errores incluyen la falta de formación en finanzas del propietario. Suele ser un profesional muy preparado en su parte científica que abandona la gestión del negocio y se deja llevar por la inercia. También suelen ser ópticas que no están actualizadas en su estética.
Una mala gestión del inventario, no invertir en formación continua para el personal y no aprovechar las herramientas tecnológicas disponibles. Estos errores pueden llevar a los números rojos, y a la pérdida de oportunidades de negocio.

P. ¿Qué cambios cree que pueden tener un impacto inmediato en la mejora de estos negocios?

R. Hay que ver tu negocio con los ojos del cliente. Y verlo desde fuera. Pequeños cambios como los colores de la óptica, la distribución del producto o mejorar la atención al cliente, optimizar la gestión del inventario y utilizar tecnologías (una simple tablet bastaría) para mejorar la eficiencia y la experiencia del cliente pueden tener un impacto inmediato y positivo en la gestión de las ópticas.

P. ¿Qué aspectos de la gestión empresarial considera que a menudo son pasados por alto por las ópticas independientes?

R. A menudo, las ópticas independientes pasan por alto la importancia de la planificación estratégica, el marketing efectivo y la gestión. Y ese es su talón de Aquiles, que van fluyendo en el día a día sin rumbo.

P. ¿Cómo pueden las ópticas independientes aprovechar sus ventajas frente a las grandes cadenas?

R. Las ópticas independientes pueden aprovechar su capacidad para ofrecer un servicio personalizado, establecer relaciones más cercanas con los clientes y adaptarse rápidamente a las necesidades y preferencias locales. Además, suelen destacar por su experiencia y conocimiento especializado.
Al final, para muchas cosas de la vida, buscamos el nombre de un profesional, no una marca. Hacerse un nombre en la plaza es muy importante.

P. La tecnología está cambiando rápidamente el panorama de la optometría. ¿Qué avances tecnológicos en el campo de la optometría cree que van a ser clave en los próximos años?

R. Los avances tecnológicos clave incluyen la IA, la teleoptometría, la realidad aumentada y virtual para la terapia visual, y nuevos materiales y diseños en lentes oftálmicas y de contacto. Estas tecnologías tienen el potencial de transformar la forma en que diagnosticamos y tratamos problemas visuales. En cuanto a la teleoptometría, no confundir con la refracción en remoto, con la que no estoy nada de acuerdo.
Claro que habrá gente que le dé igual, por comodidad, que le gradúen en remoto. Pero el trato personal no va a ser fácilmente sustituido, sobre todo si eres un profesional con valor reconocido.

P. ¿Cómo ve la integración de la IA en la práctica diaria y la relación con los pacientes?

R. La integración de la IA puede mejorar la precisión y eficiencia de los diagnósticos y tratamientos, permitiendo a los optometristas dedicar más tiempo a la atención personalizada y a la relación con los pacientes. Sin embargo, es fundamental mantener un equilibrio y no perder el toque humano que es esencial en la atención sanitaria. En la atención a los pacientes, para ciertas cosas podremos usar chatbots, pero no para todo.

P. En su experiencia, ¿cómo pueden los profesionales del sector adaptar las tecnologías emergentes sin perder el toque humano en el trato con el paciente?

R. Es importante utilizar las tecnologías como herramientas complementarias que mejoren la atención, en lugar de reemplazar la interacción humana. Formar al personal en el uso de estas tecnologías y en habilidades de comunicación puede ayudar a mantener ese equilibrio. Por ejemplo, para analizar una retinografía lo podremos hacer con IA para detectar más pronto las posibles patologías, pero siempre es una persona la que comunica, explica y trata al paciente.

P. ¿Cómo equilibra la automatización y el servicio personalizado en tu óptica?

R. Ciertas tareas administrativas ya las hace la IA. Y eso deja más tiempo para escuchar al paciente y entender sus necesidades. Esto asegura una experiencia eficiente y personalizada para cada paciente. Los comunicados tipo informes y consejos que entregamos al paciente ya los elaboramos con IA para que sean visualmente más atractivos y lleguen mejor.

P. ¿Qué consejos les darías a los ópticos y empresarios de óptica que estén considerando incorporar nuevas tecnologías o adoptar un modelo de negocio más digital?

R. Les recomendaría evaluar cuidadosamente las necesidades y objetivos de su óptica, investigar las opciones disponibles y comenzar con una implementación gradual. Es importante invertir en formación para el personal y estar abiertos a la adaptación y al cambio. No es lo mismo situar un robot que te reciba en la óptica y que te acompañe a la sala de espera, que un programa que por IA te optimiza la terapia visual del paciente. Cuidado con los vendehumo, que en tecnología hay muchos.

P. El sector de la óptica está cambiando rápidamente. ¿Cómo ve la evolución del papel del optometrista en los próximos 5 a 10 años?

R. Veo a los optometristas asumiendo un papel más integral en la atención sanitaria, colaborando estrechamente con otros profesionales de la salud y utilizando tecnologías avanzadas para ofrecer diagnósticos y tratamientos optométricos más precisos. También preveo un aumento en la demanda de servicios especializados, como el control de la miopía y la terapia visual. Además, no podemos olvidarnos del envejecimiento de la población, o sea que vamos a ver mucha más baja visión que control de miopía.

P. ¿Qué tipo de formación adicional será necesaria para estar a la vanguardia?

R. La formación en gestión empresarial, en nuevas tecnologías, la actualización constante en los avances científicos y técnicos, y el desarrollo de habilidades de comunicación (inteligencia emocional) serán fundamentales para estar a la vanguardia en el sector de la óptica. Además, la formación continua en áreas especializadas, como he comentado, permitirá a los optometristas ofrecer un servicio de alta calidad y diferenciarse en el mercado.