El 29 de marzo es un día especial. Durante la mañana será posible observar desde España un eclipse parcial de sol que alcanzará una magnitud máxima superior a 0,4 en el extremo noroeste de la península, superior a 0,3 en las islas Canarias y el oeste peninsular, y superior a 0,2 en el este de la península e Islas Baleares.
El eclipse de sol del 29 de marzo y los peligros para la salud visual

FOTO: Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia
El fenómeno tiene mucho atractivo, pero observarlo también entraña varios peligros para la salud visual de las personas.
En este contexto, el Colegio Oficial de Ópticos Optometristas de Galicia (COOG) ha lanzado una campaña para informar a la ciudadanía que, para poder realizar una observación segura del eclipse, nunca se debe mirar el sol directamente, a simple vista o con gafas de sol.
Durante un eclipse parcial, el sol nunca está totalmente cubierto por la luna; por tanto, mirarlo sin una protección segura y adecuada puede dañar los ojos, al igual que sucedería en un día cualquiera cuando no hay eclipse.
El COOG indica que tampoco debe observarse el sol con aparatos como cámaras, instrumentos telescópicos o prismáticos que no estén preparados para ello y dispongan de los filtros solares correspondientes y, por supuesto, tampoco debe observarse con filtros no homologados.
“Observar el sol siempre entraña riesgos, pues la gran cantidad de radiación que emite a diversas longitudes de onda, principalmente infrarrojo, visible y ultravioleta, puede dañar la retina de forma grave o producir incluso ceguera si la contemplación es prolongada, si no ponemos los recursos adecuados”, dice Esther Amaro, presidenta del COOG.
Para evitar cualquier accidente, conviene observar el sol proyectando su imagen sobre una cartulina, pantalla, pared o techo, y solo en caso de disponer de un filtro profesional homologado para la observación visual del sol se puede usar para ello, según el COOG.
El COOG advierte que los filtros caseros están totalmente desaconsejados, tipo gafas de sol, cristales ahumados, radiografías, reflejos en el agua…, ya que ninguno de estos sistemas filtra la luz para observar de forma segura el sol y pueden causar daños transitorios o permanentes en la vista.
El Colegio recomienda visualizar el sol por proyección, o bien usar un filtro homologado, por ejemplo, los popularmente conocidos como gafas de eclipse, que reducen la luz solar en un factor superior a 30.000 veces, con un índice de opacidad 5 o mayor. Además, explica que estas gafas de eclipse deben cumplir la certificación correspondiente de la Comunidad Europea, y su uso debe realizarse siguiendo sus instrucciones, durante cortos periodos de tiempo (medio minuto) seguidos de descansos de mayor duración, y nunca deben utilizarse juntamente con prismáticos o un telescopio, instrumentos que requieren sus propios filtros colocados delante del objetivo.
Sobre la proyección, el COOG apunta que el método más simple para proyectar la imagen del sol consiste en utilizar dos cartulinas, a una de las cuales se le practicará un pequeño agujero. Explica que una de las cartulinas debe colocarse de espaldas al sol, de manera que la luz pase por el agujero y aparezca en la otra, situada a dos o tres palmos de distancia y a la sombra de la primera, lo que se conoce como una cámara oscura.
Otro sistema seguro y sencillo, según el Colegio, consiste en proyectar sobre una pared que esté a la sombra o sobre el techo la imagen del sol obtenida con un espejo plano de mano, cubierto con un papel al que se ha recortado un agujero de entre 5 y 10 milímetros de diámetro.
En el caso de los niños, el Colegio precisa que sus ojos son más sensibles que los de los adultos y, si se les nubla la vista o comienzan a tener molestias visuales tras observar el eclipse, se debe acudir a urgencias oftalmológicas lo más rápidamente posible. Además, recuerda que las personas con problemas en la visión y quienes hayan consumido alcohol o drogas corren un alto riesgo por la dilatación de las pupilas y la pérdida de control.
Según el Colegio gallego, lo mejor es acudir a un establecimiento sanitario de óptica y que el óptico optometrista, como profesional encargado de la atención primaria de la salud visual, sea el que aconseje y prescriba a cada paciente la mejor solución para ver el eclipse sin correr ningún riesgo.
En los próximos años serán visibles en España dos eclipses solares totales: el 12 de agosto de 2026 y el 2 de agosto del año siguiente, seguidos de uno anular el 26 de enero de 2028.

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