En un entorno rural en el que abundan los robles y pinos, las masías, las fuentes y las ermitas, hacer excursiones en bicicleta es mucho más que una afición, es una forma de comunicarse con el paisaje que Sara Font Armadans pone en práctica siempre que puede y más. Atrás quedaron sus años de futbolista. Hoy se entrega con pasión a este deporte que comparte con su pareja y dentro de poco su hijo también se unirá al equipo gracias a la bici que le están preparando los Reyes.
Naturaleza y deporte, piezas fundamentales en la vida de Sara Font
Los altos niveles de miopía de su madre y su abuela fueron determinantes para motivar su interés por la óptica y optometría
Deportista e inquieta, en su mesita de noche la sigue esperando el libro de Rafael Santandreu ‘No hagas montañas de granos de arena’ y en su puerta siempre hay unas zapatillas listas para correr por la montaña. Partiendo desde Castellterçol, su pueblo, es muy fácil perderse entre senderos y dejarse llevar sin mirar el reloj. “Me encanta el contacto con la naturaleza, sentir el aire fresco, la vegetación… Busco la paz y disfruto el silencio”, explica esta óptica-optometrista especializada en el estudio de la miopía.
Esta fascinación por la calma también se explica por el ritmo que lleva. Su día a día se reparte entre el trabajo como Training and Development Manager en Indo Optical y el doctorado en ingeniería óptica de la Universidad Politécnica de Catalunya. De hecho, la investigación ‘Development of Ophthalmic Lens for the Management of Myopia’, desarrollada por ambas instituciones, le ha valido la beca a la excelencia del Ayuntamiento de Terrassa. “Estoy muy satisfecha de que se reconozca el esfuerzo que estamos haciendo porque este es un trabajo en equipo, tanto por parte de la empresa como por parte de la universidad”, indica Sara, muy contenta por este logro en su curriculum académico.
Los altos niveles de miopía de su madre y su abuela fueron determinantes para motivar su interés por esta profesión, aunque reconoce que en el momento de tomar una decisión sobre su futuro barajó la posibilidad de estudiar criminología, veterinaria e incluso, formarse como policía. Al final, su apuesta por la óptica ha sido todo un acierto porque una mente tan curiosa como la suya, no para de sorprenderse con todo lo que se puede conseguir, por ejemplo, en materia de innovación.
Como si se tratase de un puzzle en el que cada pieza es imprescindible, la maternidad ocupa un lugar protagonista en su vida. A sus dos años y medio, su hijo Gil es capaz de enseñarle a “valorar lo que realmente es importante, a experimentar y disfrutar de los pequeños momentos” por lo que cada tarde, sin falta, se rinde a sus lecciones.
Suscríbete a la newsletter de modaengafas.com