Vicen Espert: la visión de una emprendedora que transforma la óptica

Vicent Espert nunca imaginó que un día sería la capitana de su propio barco, la mujer que dirigiría un equipo con la misma pasión y compromiso con los que aprendió a cuidar la salud visual y auditiva de las personas. Desde muy joven, su vocación fue clara: mejorar la calidad de vida a través del cuidado de la vista y el oído. Esa sensibilidad hacia las necesidades de los demás fue el germen de un recorrido que, con el tiempo, se transformó en un proyecto empresarial sólido y humano.

En sus primeros años como óptico-optometrista y audióloga, Vicen centró toda su energía en perfeccionar su práctica técnica, buscando siempre cómo ofrecer lo mejor a cada paciente. Pero a medida que se adentraba en la profesión, sentía que podía ir más allá. No se trataba únicamente de prescribir unas gafas o un audífono; se trataba de construir una experiencia de atención integral, de crear un espacio donde las personas encontraran soluciones y confianza a partes iguales.

Ese deseo de hacer las cosas de otra manera, con mayor autonomía y visión, la llevó a plantearse un camino que no todos se atreven a recorrer: el emprendimiento. En un primer momento, la idea de gestionar su propio negocio parecía lejana. “Mi objetivo era ayudar a las personas desde mi puesto de trabajo”, recuerda. Sin embargo, pronto comprendió que dirigir su propio centro no solo le daría la libertad de decidir cómo atender a sus pacientes, sino también la posibilidad de crear un equipo alineado con sus valores y de ofrecer servicios innovadores que marcaran la diferencia.

Fue entonces cuando conoció el Proyecto Adelante de Alain Afflelou, un programa que le abrió las puertas para dar el gran salto. Lo que más la atrajo fue la cercanía del equipo, el acompañamiento constante y la seguridad de asociarse a una marca consolidada y reconocida. Emprender siempre implica vértigo, y para Vicenta no fue diferente. La responsabilidad y la inversión inicial despertaron en ella dudas y miedos, pero la confianza en su equipo y el respaldo de la central de Afflelou fueron determinantes para superarlos.

Instalada ya en Burjassot como franquiciada, Vicen comenzó una nueva etapa de aprendizaje y crecimiento. Dirigir un centro óptico no consiste solo en atender pacientes; exige capacidad de liderazgo, visión estratégica y una gran habilidad para equilibrar las responsabilidades empresariales con la práctica técnica. “Lo más complicado ha sido conjugar mi perfil técnico con las tareas de gestión, pero con organización y un equipo de confianza he aprendido a delegar y centrarme en lo esencial”, explica.

Con el paso de los años, ha aprendido valiosas lecciones: la importancia de escuchar a su equipo, de adaptarse a los cambios del mercado y, sobre todo, de no perder nunca de vista lo realmente importante, el bienestar del paciente. Para Vicenta, el emprendimiento no es solo una manera de crecer profesionalmente, sino también una forma de aportar valor a la comunidad, de generar empleo y de abrir caminos para otros jóvenes profesionales que sueñan con emprender.

Ese espíritu inquieto la ha llevado a embarcarse en un nuevo desafío: la apertura de un segundo centro en Levante, nuevamente de la mano del Proyecto Adelante. Ahora afronta esta etapa con más serenidad y confianza que en su primera apertura. “La experiencia me permite anticiparme mejor a los problemas y contar con un equipo más sólido”, afirma. Este crecimiento no responde únicamente a una ambición empresarial, sino a la ilusión de llegar a más personas y ofrecer un servicio de calidad en cada rincón donde sus centros estén presentes.

Para Vicen, trabajar con Alain Afflelou ha sido una experiencia profundamente positiva. Valora especialmente la formación constante, el apoyo en marketing y la gestión, herramientas que facilitan el día a día y le permiten centrarse en lo que más le apasiona: cuidar de la salud visual y auditiva de sus pacientes. Además, iniciativas como el Proyecto Adelante son, en su opinión, fundamentales para facilitar el relevo generacional en el sector óptico y para que jóvenes con talento y vocación se animen a dar el salto hacia el emprendimiento sin miedo.

A quienes se plantean seguir sus pasos, Vicen lanza un mensaje lleno de fuerza: “Infórmate bien, confía en tus capacidades y no tengas miedo”. Su propia trayectoria es la mejor prueba de que, con trabajo, pasión y el respaldo adecuado, es posible convertir un sueño en un negocio sólido y gratificante.

En su día a día, Vicen sigue innovando, incorporando nuevas tecnologías que mejoran la atención al paciente y formando equipos cada vez más comprometidos y profesionales. Cuando se le pregunta qué le ilusiona del futuro, no duda: seguir creciendo, llegar a más personas y continuar ofreciendo una atención personalizada que combine técnica y humanidad a partes iguales.

La trayectoria de Vicen Espert demuestra que no hay límites cuando se une la vocación de servicio con el valor de dar el primer paso. Y es que, a veces, la verdadera revolución comienza con una mirada diferente y la decisión de atreverse.