¿Qué tienen en común La Traviata, los donuts caseros y los paisajes japoneses? Es fácil. Una musicóloga aficionada a la repostería y enamorada del país nipón. Tan polifacética como entusiasta, Zoraida Marquès es una mujer sensible que consigue el equilibrio entre su trabajo y sus múltiples intereses personales.
Zoraida Marquès, experta en poner música a sus postales viajeras
Siempre que puede, acude al Teatro Real de Madrid para disfrutar de una ópera, y si tuviera que recomendar una, se inclinaría por La Traviata

Zoraida Marquès.
En su día a día como Head Product de Simulens, despliega su experiencia en óptica optometría y sus conocimientos de marketing. Pero cuando termina la jornada laboral, su atención se centra completamente en Álex, su hijo de dos años, con quien comparte una gran pasión por la música. “Yo toco el violín, pero también escuchamos canciones que nos gustan y tenemos muchos cuentos musicales, así que intentamos pasar un rato divertido juntos”, explica emocionada.
Zoraida cree que la maternidad no solo le ha cambiado la vida a nivel personal sino también laboral, sobre todo en lo relacionado con la gestión del tiempo porque, como ella misma dice, “te multiplicas por 100 para llegar a todo”.
Siempre que puede, acude al Teatro Real de Madrid para disfrutar de una ópera, y si tuviera que recomendar una, se inclinaría por La Traviata. “Creo que es toda una experiencia y que hay que vivirla. La gente tiene la idea equivocada de que es un género muy rígido con vestidos muy pomposos, pero qué va. Cada vez están haciendo montajes modernos con escenografías disruptivas que merecen la pena”. Y aunque sus gustos están influenciados por su formación en música clásica, también tiene claro que si Coldplay viene a dar un concierto, ella estaría en primera fila.
Otro de los aspectos que mejor definen su personalidad es su fascinación por la repostería, muy especialmente por la elaboración de donuts y ensaimadas. Con estas últimas rinde un homenaje casero a su tierra natal, Ciudadela de Menorca, de donde salió hacia Barcelona para hacer sus estudios profesionales. Ahora, tras seis años viviendo en Madrid, disfruta de la posibilidad de pasear por las zonas verdes de Alcobendas con su esposo, su perrita y su hijo, o simplemente de relajarse en casa escuchando una sinfonía de Mahler.
Eso sí, para ella el mejor plan es hacer las maletas. De todos los lugares que ha conocido, no dudaría en recomendar Japón por el contraste entre la vida urbana más moderna y las tradiciones milenarias. Y puestos a soñar con un viaje ideal, Zoraida tiene claro que apostaría por la luna de miel que no pudo vivir en su momento, debido a la pandemia: un recorrido por la costa oeste de los Estados Unidos y la Polinesia francesa. Una aventura para la que, seguro, ya está preparando su propia Playlist musical.

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