Los ópticos de Castilla y León intensifican la lucha por llegar a la sanidad pública

El Coocyl considera que la presencia de los ópticos-optometristas en la sanidad pública de la comunidad supone un avance cualitativo y necesario para la mejora de la salud visual de los ciudadanos y la reducción de las listas de espera en oftalmología, que a fecha 31 de marzo de 2023 ascendía a 52.296 personas, un 63% más que el año anterior, según datos oficiales del Gobierno regional difundidos por el organismo.

Con el lema Ópticos en Sacyl. Por la inclusión de los ópticos-optometristas en la sanidad pública de Castilla y León, el colegio está informando a la población de las ventajas que supondría la incorporación de estos profesionales sanitarios en los centros de salud o en los hospitales de la comunidad, no sólo para avanzar en la detección y el abordaje de los problemas visuales de la población, sino también porque la medida supondría un ahorro para las arcas públicas de la comunidad.

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De hecho, hasta 11 comunidades autónomas cuentan ya con ópticos- optometristas en su sistema autonómico de salud: Andalucía, Aragón, Islas Baleares, Cataluña, Extremadura, La Rioja, Madrid, Región de Murcia, Navarra, País Vasco y Comunidad Valenciana, donde trabajan unos 400 profesionales integrados en los servicios de oftalmología contribuyendo a la mejora asistencial visual tanto en hospitales como en centros de salud.

Y eso que, curiosamente, Castilla y León fue la primera comunidad autónoma de España, junto a Navarra, en reconocer la categoría profesional sanitaria del óptico-optometrista en 2004, pero sin llegar a un mayor desarrollo.

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El Coocyl ha explicado que la incorporación del óptico-optometrista a Sacyl supondría un relevante ahorro de costes al sistema, como se desprende del informe sobre la Ampliación de cartera de servicios en salud visual: una aproximación de evaluación económica,  entregado ya a la Consejería de Sanidad.

En concreto, de acuerdo con las derivaciones desde atención primaria sólo por problemas de agudeza visual –que se cuantifican en 74.000 personas al año en la población pediátrica y de 63.100 en la población adulta–, serían necesarias 31 unidades de optometría en Castilla y León (15 para atención pediátrica y 16 para adultos), con un coste anual de 59.309 cada una, lo que supondría un desembolso de 1.838.579 euros, casi la mitad de los 3.642.300 euros de coste estimado en la actualidad.