Thomas Kimber es el fundador y consejero delegado de Karün, una marca de gafas que nació en la Patagonia de Chile hace exactamente una década.
Karün, el ‘Ecoalf’ de la óptica que crece de la mano de Grandvision
“En lengua mapuche, Karün significa ser naturaleza”, dice Kimber que, por estos días, ha estado en Barcelona anunciando el lanzamiento de su marca en el mercado español, de la mano de Grandvision y a través de Óptica 2000.
(Grandvision impulsa Óptica 2000 con más producto: introduce las gafas Karün en el mercado español)
Se trata de una estrategia que la ha repetido en otros 17 países, con otras cadenas de Grandvision. Quién se lo iba a decir a Thomas Kimber que su marca alcanzaría tal notoriedad.
Karün ha dedicado su tiempo a la construcción de la cadena de valor en torno a una economía circular
“¿Por qué hacer unas gafas (él, con su acento chileno, las llama anteojos) en lugar de otro tipo de producto? Porque la gente, a través de las gafas, mira el mundo”, dice Kimber al recordar los inicios de la empresa.
Las primeras gafas que fabricó Karün eran de madera y, desde 2015, las comenzaron a producir con las redes de los pescadores que estaban abandonadas en el mar.
Desde entonces, Karün ha dedicado su tiempo a la construcción de la cadena de valor en torno a una economía circular basada principalmente en el trabajo mano a mano con las comunidades rurales de la Patagonia. Sus gafas de larga duración están fabricadas con nailon regenerado Econyl a partir de redes de pesca recicladas de la Patagonia y otros materiales desechados, así como metales y policarbonato reciclados.
La marca paga a las personas que trabajan en la recolección del material, lo que genera recursos para las comunidades en las que viven, empoderándolas y ayudándoles a crecer. En fin, una mano lava la otra y las dos se lavan juntas.
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