La pregunta flota en el aire. ¿Puede considerarse una práctica comercial discriminatoria el tratar de evitar que un producto sanitario (como son las lentes correctoras) se dispensen a través de tiendas online?
¿Es justa una multa de 81 millones de euros por intentar frenar la venta online de lentes correctoras?
Competencia sostiene que el grupo (ahora Essilorluxottica) implementó prácticas discriminatorias destinadas a obstaculizar las ventas de lentes correctoras en el canal online
La interrogante surge a raíz de la multa de 81 millones de euros que la Autorité de la Concurrence (ACF, por sus siglas en castellano) de Francia ha impuesto a Essilor Internacional por prácticas comerciales discriminatorias.
En teoría, la ACF lo único que ha hecho es aplicar la ley. Sin embargo ¿Cómo interpretar el espíritu de las leyes -de eso que tanto hablan los buenos juristas- para no dañar a nadie?
En el caso de Essilor Internacional, la ACF sostiene que el grupo (ahora Essilorluxottica) implementó prácticas discriminatorias destinadas a obstaculizar las ventas de lentes correctoras en el canal online en el periodo comprendido entre el 29 de abril de 2009 hasta el 23 de diciembre de 2020.
¿Cómo interpretar el espíritu de las leyes -de eso que tanto hablan los buenos juristas- para no dañar a nadie?
Entonces, según la ACF, Essilor Internacional se negó a suministrarles sus lentes de marca a los operadores online y, además, les prohibió usar las marcas y logotipos de Essilor.
Pero, de manera adicional, la Autorité remarca que esas medidas también tenían un sesgo proteccionista destinada a favorecer a las ópticas físicas que vendían sus productos.
Y aquí caben otras preguntas, independientemente de lo que cada uno piense de Essilorluxottica. ¿Es ilícito escoger el canal en el que quieren que se dispensen tus productos para garantizar su correcta prescripción? ¿Es ilícito diseñar políticas para proteger una marca? ¿Es ético vender gafas correctoras por internet, teniendo en cuenta que se trata de productos sanitarios?
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