La cirugía refractiva ha ganado visibilidad en los últimos años no solo por los avances tecnológicos, sino también por el creciente uso del marketing por parte de los grupos de oftalmología para atraer la atención de usuarios de gafas y lentillas.
Cirugía refractiva y marketing
Lo cuestionable es el enfoque que, de manera implícita, desvaloriza las soluciones ópticas tradicionales al asociarlas a incomodidad, problemas de autoestima o barreras económicas

FOTO: Getty Images
Prueba de ello son las recientes notas de prensa difundidas por dos grandes grupos del sector: Miranza y Clínica Baviera, que presentan la cirugía refractiva como una inversión en salud, libertad visual y ahorro a largo plazo.
“Bañarse con gafas, con lentillas o sin ellas puede convertirse en un auténtico reto (…)”
“Depender del uso de corrección óptica puede afectar a nuestra comodidad, rendimiento o autoestima”
Frases como estas, extraídas de ambos comunicados, ilustran cómo parte del relato se construye alrededor de las limitaciones asociadas al uso de gafas o lentillas, más que en las características médicas de la intervención en sí. El objetivo es claro: posicionar la cirugía refractiva como solución definitiva frente a un supuesto problema de fondo.
En su comunicado, el grupo Miranza afirma:
“La cirugía refractiva es una alternativa para recuperar la independencia visual, además de suponer un ahorro a largo plazo en gafas, lentillas y productos de mantenimiento. Por eso, cada vez más personas se plantean esta opción como una inversión en su salud y bienestar”.
Clínica Baviera, por su parte, sostiene:
“La miopía tiene solución más allá de las gafas o lentillas. La cirugía refractiva ha cobrado cada vez mayor protagonismo en los últimos años siendo una opción muy escogida por los españoles”.
Ambas estrategias apuntan a un público amplio: los más de 25 millones de usuarios de gafas y lentes de contacto en España. En este contexto, el uso de herramientas de comunicación y marketing no solo es legal, sino habitual en cualquier mercado competitivo. De hecho, la cirugía refractiva es una buena solución para mucha gente.
Lo cuestionable es el enfoque que, de manera implícita, desvaloriza las soluciones ópticas tradicionales al asociarlas a incomodidad, problemas de autoestima o barreras económicas. Es como si una empresa de gafas, lentes o lentillas lanzará una campaña de marketing y, para destacar su producto, pusiera el foco en los inconvenientes que, en ocasiones, pueden desencadenar las cirugías refractivas.

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