La optometría domiciliaria: una necesidad en crecimiento y un debate pendiente en España

Modaengafas.com ha decidido difundir un artículo de Guillermo Bueno del Romo, director de Optonet, que es un análisis de uno de los temas que comienzan a sonar con más fuerza dentro del sector –el de la optometría domiciliaria-, que ya va ganando terreno en otros países.

A partir de aquí puede leer el artículo…

El papel de los optometristas en la atención visual domiciliaria presencial es vital y cada vez más relevante. Se espera un incremento significativo en la demanda de este servicio debido a los cambios demográficos y el envejecimiento de la población.

Por ejemplo, en el Reino Unido la atención visual domiciliaria presencial representa actualmente alrededor del 3,5% del total de exámenes visuales realizados por optometristas, con aproximadamente 460.000 exámenes visuales al año en un entorno domiciliario. Pero esto es sólo la punta del iceberg, pues se estima que en este momento alrededor de 2,7 millones de personas en el Reino Unido podrían beneficiarse de la atención visual domiciliaria.

Sin embargo, pese al creciente interés y demanda mundial, en España la práctica domiciliaria de la optometría no está permitida legalmente. ¿Por qué es esto así? ¿No deberíamos estar buscando formas de facilitar el acceso a la atención visual, especialmente a quienes tienen dificultades para salir de sus hogares o residencias?

En el Reino Unido la atención visual domiciliaria presencial representa actualmente alrededor del 3,5% del total de exámenes visuales

Las implicaciones de esta falta de atención visual son serias. Varios estudios muestran que, si las personas pueden ver bien, es mucho menos probable que sufran caídas (un problema estrechamente relacionado con la mortalidad de la población mayor). Además, una buena visión puede retrasar el inicio (o frenar el deterioro) en enfermedades como la demencia. En términos de salud pública, es crucial atender las necesidades visuales de todos estos pacientes y también aliviar la presión sobre el sistema de salud.

La atención optométrica domiciliaria puede marcar una gran diferencia en la calidad de vida de muchas personas vulnerables debido a problemas de salud o edad avanzada; y evitarles el desafío que supone tener que desplazarse a un centro de optometría. La atención domiciliaria no es solo una prestación de salud, sino una labor social importante que fomenta la igualdad en el acceso a los servicios de salud y contribuye a una sociedad más inclusiva y solidaria.

Los expertos estiman que la optometría domiciliaria presencial será el área de la optometría de más rápido crecimiento en los próximos cinco a diez años a nivel mundial. Y es aquí donde me gustaría abrir un debate: ¿No deberíamos impulsar cambios legales en España para permitir esta práctica a los optometristas? ¿Cómo podemos superar los desafíos y las limitaciones para satisfacer la creciente demanda y proporcionar una atención adecuada a quienes más la necesitan?

Los optometristas de España tienen la oportunidad de involucrarse en esta labor social y apoyar a algunas de las personas más vulnerables de su comunidad.

Este es un campo emocionante y en crecimiento que merece nuestra atención y nuestra acción.