Javier Chamorro, Ramón Noguera, Ángel Toledano… breve historia de la contactología en España

Javier Chamorro, que se había formado en óptica en Reino Unido, dejó su trabajo en Indo, donde dirigía un equipo que se dedicaba al desarrollo de objetivos para máquinas de fotográficas, las primeras lentes para el Cinemascope y prismas para controlar la superficie esférica en la producción de lentes oftálmicas.

El paso era arriesgado, pero dicen que Chamorro no dudó ni un solo instante, porque estaba decidido a poner en marcha una fábrica de lentes de contacto, algo que no había en España. Y tampoco dudó cuando le propuso a Ramón Noguera -uno de sus compañeros en Indo- que le acompañara en esta aventura. Noguera dijo que sí, porque consideraba a Chamorro, además de un amigo, un segundo padre.

Chamorro montó la fábrica en su propio piso -localizado en la calle Muntaner de Barcelona- en una habitación de seis metros cuadrados, lo que significó los principios de Conóptica.  Ahí, Chamorro y Noguera dedicaban su tiempo a fabricar lentillas con sus propias manos (hacían de ocho a diez diarias), tomar pedidos, vender, contestar el teléfono…

Conóptica comenzó a crecer y al equipo se unió Ángel Toledano, que también tenía unos conocimientos amplios de la contactología y que, en 1986, sería fichado como director general de Lenticon, empresa que compraría años después a su fundador, un empresario argentino que la había puesto en marcha en 1972.

El salto a Madrid

En menos de una década, Conóptica se convirtió en una empresa de referencia en el sector de la contactología con amplias cotas de mercado. Pero había que seguir creciendo. Entonces, Javier Chamorro vio una oportunidad de negocio en la fabricación de líquidos para lentes de contacto, habida cuenta de que importarlos constituía un trámite muy engorroso.

Así que, fue el propio Chamorro quien viajaría a Madrid para montar una fábrica de líquidos y unas oficinas, lo que ha pasado a la historia como los inicios de Disop.

En la década de los 80, Conóptica pasó a formar parte de Bausch+Lomb, en una de las operaciones corporativas más importantes de la época y el preludio de todos los cambios que se han producido en el mercado, con la llegada de más empresas internacionales y la creación de otras.

En la actualidad, Conóptica forma parte de la multinacional alemana Hecht Contactlinsen; Disop está controlada por Euclid Vision Group y Laboratorios Lenticon se encuentra en manos de los hermanos Toledano.

En paralelo, las lentes de contacto se han convertido en uno de los principales productos de las ópticas: em 2021, el mercado español de lentillas generó una cifra de negocio de 256 millones de euros, lo que representa un crecimiento del 26,6% frete a 2020.