Si buscas “Vicente Berbegal” en Google te salen noticias sobre uno de los hombres más ricos de España, pero el optometrista de Alicante aclara que no se trata de él. Él es otro Berbegal, uno que quería ser fisioterapeuta y por cosas de la vida se terminó apuntando a una carrera que le ha parecido apasionante desde el primer momento. Experto en contactología avanzada, docente y orgulloso integrante de AECSO, la Asociación española de contactología y superficie ocular, Vicente es un hombre inquieto por naturaleza. Como buen autodidacta, explora campos como la electrónica, la informática o la inteligencia artificial para encontrar soluciones a medida en sus propias investigaciones y “hacer las cosas de manera diferente”.
Astronomía y música, la combinación ideal para Vicente Berbegal
Diplomado en Óptica y Optometría por la Universidad de Alicante en 1998. Vicente Berbegal también es máster en Optometría y Terapia Visual (COI), y graduado en Óptica y Optometría por la Universidad de Alicante en 2012.
Esta fascinación por descubrir nuevos puntos de vista puede estar muy relacionada con su faceta como músico. Guitarrista y melómano, puede escuchar prácticamente cualquier género en cualquier idioma, excepto el reguetón. De hecho, en su calendario de conciertos destaca su grupo favorito, ‘Los Planetas’, pero también ‘El niño de Elche’, al que verá muy pronto en Reus, Tarragona.
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Justamente en esta ciudad catalana, Vicente Berbegal vive con su esposa, Cristina, y sus dos hijos adolescentes desde hace más de 20 años. Para él se trata de un lugar ideal para desarrollar otra de sus grandes aficiones: la astronomía. Con el Priorat tan cerca, aprovecha cada oportunidad que puede para subir a la montaña con sus amigos de la Asociación Astronómica de Torroja del Priorat y hacer observaciones. “La astronomía te pone en tu sitio”, dice, “te conecta con todo y con nada y aprendes a valorar lo realmente importante”.
Esta filosofía le ha permitido tomarse la vida con buen humor y procurar la felicidad en cada momento. Él tiene claro que los problemas realmente gordos son aquellos que se quedan grabados en la mente después de un año, pero todos los demás son superables y no merece la pena darles demasiada importancia.
Después de una jornada de trabajo, a Vicente se le puede encontrar practicando baloncesto, un deporte del que se declara aficionado “amateur” o en una reunión con sus “compis” de Aecso para los que solo tiene palabras de reconocimiento y cariño. “Me gustaría destacar el trabajo que hacemos en la Asociación porque además de grandes profesionales, Laura, Gonzalo, Juan, Diego y Joan son grandes amigos”, puntualiza.
Con tanta gente querida a su alrededor, en ámbitos tan distintos de la vida y con aficiones tan variadas que van desde la guitarra hasta la astronomía, puede ser que Google se equivoque y que, en realidad, este optometrista alicantino sí sea uno de los más ricos del país.
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