La visión nocturna sigue siendo un desafío para buena parte de la población. Según el Estudio de la Visión en España 2025, elaborado por Clínica Baviera, un 60% de los españoles reconoce tener dificultades visuales al circular de noche, una situación que se agrava con el cambio de hora, al alterar los ciclos de sueño e incrementar la fatiga y la somnolencia.
Seis de cada diez españoles tienen dificultades visuales al conducir de noche
Para corregir este fenómeno, los expertos recomiendan el uso de gafas o lentes de contacto específicas adaptadas para la conducción nocturna, junto con una revisión visual periódica que permita detectar cualquier alteración de manera temprana
FOTO: Giulia-Squillace vía Unsplash
La llamada visión escotópica, o visión en entornos con poca luz, tiene limitaciones fisiológicas: se reduce la percepción del color —limitándose prácticamente al blanco, gris y negro—, disminuye la agudeza visual, la visión central se vuelve menos nítida y los objetos en movimiento se perciben mejor que los estáticos.
“Cualquier pequeño defecto visual no corregido puede amplificarse al conducir de noche, aumentando el riesgo de accidente”, explica el doctor Fernando Llovet, oftalmólogo y cofundador de Clínica Baviera. “Por eso es fundamental revisar la vista con regularidad y usar la corrección óptica adecuada antes de ponerse al volante”.
La Dirección General de Tráfico (DGT) advierte de que la capacidad visual puede reducirse hasta un 20% por la noche, lo que altera la percepción de distancias y el campo visual.
Patologías y condiciones asociadas
Según el estudio, las personas que más problemas presentan para conducir de noche son aquellas con cataratas, miopía, astigmatismo o enfermedades de retina, aunque también se dan casos en personas sin diagnóstico visual previo.
En estos casos, el ojo debe adaptarse a un entorno lumínico extremo, lo que puede derivar en ceguera nocturna o nictalopía. “Cuando hay sospecha de ceguera nocturna, lo recomendable es acudir al oftalmólogo para determinar las causas y establecer un tratamiento adecuado”, añade el doctor Llovet.
Los especialistas también señalan la miopía nocturna, un fenómeno poco estudiado que provoca dificultad para enfocar objetos lejanos en la oscuridad. Se cree que su origen está relacionado con un esfuerzo de acomodación del cristalino en condiciones de baja iluminación.
“El principal síntoma es que el paciente ve bien de cerca, pero pierde nitidez a distancia en ambientes oscuros. Puede afectar tanto a personas con problemas refractivos como a quienes tienen una visión normal”, explica el doctor Llovet.
Para corregir este fenómeno, los expertos recomiendan el uso de gafas o lentes de contacto específicas adaptadas para la conducción nocturna, junto con una revisión visual periódica que permita detectar cualquier alteración de manera temprana.
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