Las lentes de contacto van sumando galones dentro de la salud visual y abren nuevas perspectivas para la profesión de los ópticos-optometristas.
De la terapia al diagnóstico: la nueva dimensión de las lentes de contacto
Optom, que se desarrolló del 1 al 3 de abril en Madrid, fue el escenario en que Juan Gonzalo Carracedo Rodríguez, óptico-optometrista y PhD, profundizó sobre los nuevos caminos por los que va la contactología, así como del estado del arte de la investigación desarrollada para el tratamiento y diagnóstico de diferentes patologías con lentes de contacto, entre ellas las de ámbito terapéutico.
En este contexto, Carracedo Rodríguez compartió sus conocimientos sobre los materiales específicos para aumentar la carga y liberación de fármacos a través de las lentes de contacto, conocer el diseño de las lentes con biosensores y el mecanismo de acción para su uso diagnóstico.
“en las últimas décadas, las lentillas están en la palestra de la innovación de nuevos métodos diagnósticos para distintas enfermedades”
En su intervención, que ha sido reseñada en la página web de Optom, Carracedo Rodríguez ha hecho una revisión sobre las patologías sistémicas y oculares que se benefician de esta variedad de lentes de contacto, así como la evidencia científica publicada sobre la eficacia y seguridad del uso de este tipo de lentes, además de la evaluación de los hándicaps regulatorios para su comercialización.
“Las lentes de contacto han sido, desde su invención, unos dispositivos cuya función principal es la compensación óptica de los defectos refractivos. También han sido utilizadas como tratamiento para algunas patologías de la superficie ocular o tras procesos quirúrgicos. Pero, además, en las últimas décadas están en la palestra de la innovación de nuevos métodos diagnósticos y/o terapéuticos para distintas enfermedades”, ha dicho.
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Cabe resaltar que muchas patologías necesitan de un control continuo y diario de los parámetros que las caracterizan, como, por ejemplo, la glucosa en sangre y presión intraocular, pues, unas alteraciones anormales en estos componentes pueden suponer un riesgo para la salud de la persona.
LENTILLAS COMO SENSORES
Durante su intervención, Carracedo ha explicado que las lentes de contacto “sensores” suponen un método no invasivo y se basan en analizar los constituyentes del fluido lagrimal y la deformación que se produce en la superficie corneal ante cambios de presión. De hecho, los avances en nanotecnología y en el desarrollo de biosensores han hecho posible estos desarrollos.
“El ojo puede ser una excelente plataforma para el tratamiento y diagnóstico, y las lentes de contacto tienen muchas ventajas, tanto por el uso diario de las mismas como por los materiales de su fabricación, que resultan muy convenientes”.
Por último, Carracedo ha hecho una reflexión sobre los hándicaps actuales para su aplicación clínica y cuál será el papel del óptico-optometrista en el futuro con estas nuevas lentes de contacto.
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