El Colegio de Ópticos-Optometristas de Castilla y León (Coocyl) inicia una nueva campaña de salud visual relacionada con el uso de lentes de contacto.
¿Cuándo empezar a usar lentes de contacto?
Con la llegada del buen tiempo aumentan exponencialmente las actividades y el deporte al aire libre de los niños, y muchos padres se preguntan cuándo es el mejor momento para incorporar las lentillas a su vida diaria y evitar así el riesgo y la incomodidad que pueden suponer las gafas en determinados momentos.
De hecho, según estudios recientes, tres de cada cuatro niños que necesitan compensación visual no harían deporte o no practicarían juegos en el recreo por miedo a perder o romper sus gafas. Además, el 85% de los menores se las quitan y realizan estas actividades con una agudeza visual más reducida.
En este sentido, la vicedecana del Coocyl, Ana Belén Cisneros, ha explicado que “el hecho de que un niño pueda usar lentes de contacto no depende en sí de una edad determinada, sino de su grado de responsabilidad y de la facilidad que tenga para adquirir los hábitos y las destrezas manuales necesarias para usarlas de manera adecuada y mantenerlas con una higiene correcta”. Pero es verdad que cada vez puede resultar más sencillo.
(Carlos Bonafont: “La orto-k sigue siendo una de las armas más interesantes para la reducción y control de la miopía”)
En los últimos años han aparecido nuevos materiales que son más biocompatibles con edades tempranas, ya que aportan mayor comodidad y seguridad para el uso continuado.
Además, como recuerda la experta, la utilización de lentes de contacto se recomienda cada más pronto para niños con miopía, al ser importante “llevar un buen control de la ametropía para ralentizar su progresión y evitar alteraciones futuras, además de mejorar su calidad visual”. En estos casos, el uso de lentes de ortoqueratología (lentillas que se utilizan durante el sueño y que compensan la graduación para ver bien durante el día) o especiales para control de miopía son las más efectivas.
Las lentes de contacto las debe recetar y adaptar un óptico-optometrista
También se recomienda especialmente utilizar lentes de contacto a niños y adolescentes que practican determinadas actividades extraescolares o deportes para los que es indispensable una óptima visión y el uso de gafas podría interferir. Sobre todo, en los deportes de contacto o en acciones en las que se puedan producir caídas o roturas de gafas, con los daños oculares que esta situación podría provocar.
De forma clara, el uso de lentillas aporta comodidad al usuario respecto a la utilización de gafas. Además, existen diferentes tipos; entre ellos, conviene destacar para los más pequeños las lentes diarias, ya que no requieren mantenimiento ni medidas especiales de higiene y se desechan al final de la jornada.
Eso sí, todas ellas son productos sanitarios que requieren una adaptación individualizada y personalizada por parte de un óptico-optometrista. Debido a su condición de producto sanitario, es necesario seguir unas pautas de manejo y conservación. No se deben adquirir por internet o en bazares, mercadillos u otros puntos de venta no autorizados, ya que, en este caso, no están sujetas a ningún tipo de control o medida de seguridad sanitaria.
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