El ruido está pasando factura a la sociedad, tanto así que el 88% de la población cree que su salud auditiva está en riesgo.
Nueve de cada 10 personas considera que los ruidos de la ciudad afectan a su calidad auditiva, según un estudio de Aural
El ruido urbano que genera mayor malestar entre los españoles (70%)
Eso se desprende del estudio ‘Sonidos de la ciudad y calidad auditiva’, que ha sido impulsado por Aural.
El estudio, realizado a través de la plataforma Ipsos Digital, se presentó el miércoles en Barcelona, en una mesa de debate presidida por Juan Ignacio Martínez, director general de Aural, y con la participación de Francesc Daumal, doctor en arquitectura y consultor acústico, Jordi Coromina, jefe de otorrinolaringología de la clínica Teknon, María de León, humanista y embajadora de Aural, y Vanesa Ros, audioprotesista de centros auditivos Aural.
Entre las principales conclusiones de la encuesta realizada a la población española, destaca que el 88% de la población considera que los ruidos urbanos afectan su calidad auditiva, y el 85% están preocupados por el impacto que puede tener en su salud auditiva.
El 72% de los españoles relaciona el sonido del tráfico como el sonido predominante de su ciudad
En concreto, se ha identificado que el tráfico es el ruido urbano que genera mayor malestar entre los españoles (70%), seguido por el ruido de la construcción (50%), el ruido de las sirenas (41%) y el bullicio (42%).
Además, el 72% de los españoles relaciona el sonido del tráfico como el sonido predominante de su ciudad, ocultando los sonidos naturales. También, más de la mitad de la población experimenta consecuencias de los ruidos urbanos. Entre ellos, los más comunes son los problemas para dormir (58%), el estrés (51%) y los dolores de cabeza (49%).
Otro dato alarmante es que el 96% de los encuestados afirma que el ruido en las ciudades ha aumentado en los últimos 30-40 años, confirmando que es un problema creciente desde hace décadas. Estos resultados muestran claramente la necesidad de tomar medidas para proteger nuestra audición, ya que la exposición prolongada al ruido puede provocar problemas de audición.
Además, con el aumento de la población de tercera edad, también se estima que en un futuro habrá más personas que padecerán pérdidas o problemas de audición.
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