Morel explora nuevas posibilidades del acetato. La compañía ha presentado dos modelos que comparten material pero difieren en la forma en que lo reinterpretan, demostrando cómo este compuesto —maleable e infinitamente transformable— despliega todo su potencial cuando se trabaja con la precisión artesanal propia de la firma francesa.
Modelo de montura Carla de Morel.
Morel eleva el acetato con los nuevos modelos Carla y Estelle
La marca apuesta por dar espacio al acetato para hablar por sí mismo, destacando texturas y volúmenes
El modelo Carla apuesta por un collage sutil de tres acetatos, combinando un tono principal con recortes gráficos superpuestos que añaden energía y enmarcan la mirada. Esta técnica de colocación del color, propia de Morel y única en cada pieza, confiere al modelo un brillo distintivo. La estructura biselada aporta ligereza y multiplica los reflejos del material.
Estelle ofrece una narrativa creativa diferente. Gracias a un fresado 3D interior y exterior, la luz se desplaza por el frontal y se refleja en una sucesión de niveles escalonados que evocan el brillo de una bola de discoteca. Esta arquitectura en capas crea un degradado natural, con el color aclarándose conforme el grosor disminuye.
Ambos modelos reivindican el poder expresivo del material sin recurrir a la extravagancia. Morel apuesta por dar espacio al acetato para hablar por sí mismo, destacando texturas, volúmenes y juegos de color que elevan la montura desde la artesanía.
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