La población en edad laboral (16-64 años) con discapacidad reconocida alcanzó las 1.941.500 personas en 2024, lo que supone un descenso del 0,3% respecto al año anterior. De este total, 687.500 personas fueron activas, 560.400 estuvieron ocupadas y 127.100 se encontraban en situación de desempleo, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Mejora el empleo de las personas con discapacidad, pero persisten amplias brechas laborales
Por grupos de edad, las personas de 25 a 44 años registraron las tasas más elevadas de actividad (48,6%) y empleo (37,6%)
FOTO: CDC (Unsplash)
Aunque las cifras reflejan una mejora en la inserción laboral, especialmente por el aumento del empleo y la reducción del paro, persisten importantes brechas en comparación con la población sin discapacidad.
La tasa de actividad de las personas con discapacidad se situó en el 35,4% en 2024, una décima menos que en 2023 y muy por debajo del 78,5% registrado en la población sin discapacidad. Por su parte, la tasa de empleo ascendió al 28,9%, tras aumentar 0,4 puntos, mientras que la tasa de paro se redujo hasta el 18,5%, 1,2 puntos menos que el año anterior.
Entre la población sin discapacidad, estas tasas fueron del 69,7% de empleo y del 11,2% de paro, lo que evidencia la distancia entre ambos colectivos.
Por sexo, la tasa de actividad de las mujeres con discapacidad aumentó 1,2 puntos, hasta el 36,3%, mientras que en los hombres descendió 1,1 puntos, hasta el 34,7%. La tasa de empleo femenina alcanzó el 29,8%, frente al 28,2% de los hombres.
Por grupos de edad, las personas de 25 a 44 años registraron las tasas más elevadas de actividad (48,6%) y empleo (37,6%). En contraste, el grupo más joven, de 16 a 24 años, presentó una tasa de paro del 48,6%, con una actividad del 22,7%.
Por tipo de discapacidad, la sensorial mostró la mayor tasa de actividad (52,4%), mientras que la mental registró la más baja (29,8%).
Características del empleo
El 69,9% de las personas ocupadas con discapacidad trabajaba como asalariado en el sector privado y el 20,8% en el sector público. Además, el 83,8% tenía contrato indefinido y el 82,5% desempeñaba su actividad a jornada completa.
Un 22,7% de los ocupados se benefició de bonificaciones o reducciones en las cotizaciones, con mayor incidencia entre quienes presentan discapacidad sensorial (29,2%) y menor entre las personas con discapacidad mental (19,0%).
Por comunidades autónomas, Cantabria (45,1%) y la Comunidad de Madrid (41,5%) lideraron las tasas de actividad, mientras que Canarias (28,4%) y el Principado de Asturias (29,3%) se situaron en los niveles más bajos.
Evolución salarial
El salario medio anual bruto de los trabajadores con discapacidad fue de 23.159,7 euros en 2023, un 5,1% más que en 2022. El salario medio de las mujeres ascendió a 22.191,5 euros y el de los hombres a 23.853,3 euros, reduciéndose la brecha de género hasta el 93%.
Sin embargo, la diferencia salarial respecto a los trabajadores sin discapacidad se amplió hasta situarse en el 82,1%.
Por tipo de contrato, los asalariados indefinidos con discapacidad percibieron una media de 23.615,2 euros, frente a los 20.647 euros de los contratos temporales. En jornada completa, el salario medio fue de 27.289,8 euros, mientras que en jornada parcial se situó en 12.516,7 euros.
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