Al menos una de cada tres personas presenta síntomas de problemas visuales, siendo los más frecuentes la visión borrosa (34,5%), la sensibilidad a la luz (33,6%), la sensación de pérdida de visión (33,3%), irritación, picor o escozor (31%) y sequedad ocular (30,1%), según la cuarta edición del Barómetro de Bienestar Ocular en la Población Española, impulsado por Miranza.
La miopía es el principal problema de visión en España
La miopía se posiciona en el primer lugar del ranking de problemas de visión, de acuerdo con el Barómetro, superando con un 37% al astigmatismo (35%) y a la presbicia (32%)
Los resultados se han divulgado con motivo del Día Mundial de la Visión, que se celebra este 10 de octubre.
La miopía se posiciona en el primer lugar del ranking de problemas de visión, de acuerdo con el Barómetro, superando con un 37% al astigmatismo (35%) y a la presbicia (32%), que en años anteriores figuraban por encima de la miopía.
De hecho, entre las conclusiones más relevantes del estudio, basado en una encuesta a un millar de personas mayores de 25 años, destaca que el estado ocular de los españoles apenas alcanza un aprobado justo, con una puntuación de 5,20 sobre 10, prácticamente la misma nota que el año pasado (5,22). Sin embargo, la calificación desciende entre los encuestados mayores de 41 años, con un 4,87 en el grupo de entre 41 y 64 años, y un 4,91 entre los mayores de 61.
“No hay duda de que los hábitos incorporados a la rutina diaria influyen en el bienestar ocular, especialmente si se considera el incremento de actividades que ponen a prueba la vista, como el uso de pantallas, vinculado a un estilo de vida cada vez más sedentario”, afirmó Juan Pedro Torralba.
Los resultados de este informe indican que el 55% de los españoles lleva un estilo de vida poco activo o sedentario, lo que explica que este mismo porcentaje de encuestados realice actividades que requieren el uso de la vista de cerca, como leer en el móvil o usar el ordenador.
Quién es quién en el segmento de gestión de la miopía
“El uso prolongado de pantallas en la actualidad, sumado a otros factores como el escaso tiempo que pasamos al aire libre, es una amenaza significativa para el bienestar ocular. No solo provoca un aumento de molestias asociadas al ojo seco o la fatiga visual, sino que también contribuye al incremento de casos de miopía (mala visión de lejos). En los últimos 30 años, la miopía ha aumentado considerablemente en todo el mundo, convirtiéndose en una pandemia global que, de no tomarse medidas preventivas en el presente, se prevé afectará a la mitad de la población en 2050”, añadió Torralba.
Otro factor que impacta en la salud ocular es el estrés, un estado emocional que provoca cambios metabólicos y puede ocasionar alteraciones visuales como la coriorretinopatía serosa central, una patología que afecta a la retina. En relación con esta condición, el Barómetro de Miranza señala que las personas que reconocen sufrir estrés (más de la mitad de los encuestados) también valoraron peor su bienestar ocular.
Respecto al impacto de la mala visión en la vida cotidiana, la mitad de la muestra coincide en que la vista afecta su capacidad para conducir y trabajar. En menor medida, pero en un porcentaje nada desdeñable, también reconocen que influye negativamente en su capacidad de socializar (25%) e incluso en sus «ganas de salir de casa» (21%). Además, hay una parte de la población que asocia sus problemas de visión con una sensación de inseguridad (25%), frustración, dependencia e incluso vergüenza (10%), lo que estrecha la relación entre los problemas visuales y los procesos depresivos.
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