El Covid-19 es una pandemia, pero la de las falsificaciones también. En Italia han levantado la voz de alarma ante el incremento de la venta de productos de moda adulterados, ya que está causando graves daños a las empresas y a las arcas del estado.
Italia, la meca de la industria mundial de las gafas, asolada por la pandemia de las falsificaciones
En 2018, las autoridades aduaneras de la Unión Europea se incautaron e 52 millones de productos falsificados, de los que casi 1,8 millones -el 3,3% del total- eran gafas, según datos de la OCDE que han sido facilitados por Confindustria Moda, la patronal italiana del sector de la moda.
“El mercado negro de los productos de moda Made in Italy es una plaga para la economía italiana. Causa 1.300 millones de euros en daños a las empresas manufactureras por pérdida de ventas, pero también provoca un perjuicio de 1.400 millones para los consumidores, por el precio que pagaron injustamente al creer que compraban un producto auténtico”, según Confindustria.
En cuanto a los gafas, existen tres tipos de falsificación: la del diseño, la de la marca, y la de la etiqueta CE
En cuanto a los gafas, existen tres tipos de falsificación: la relacionada con el diseño, la de la marca corporativa y la del marcado CE, que garantiza la conformidad del producto con todas las disposiciones emanadas desde la Comunidad Europea.
Giovanni Vitaloni, presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes de Productos Ópticos (Anfao), entidad adscrita a Confindustria, sostiene que la falsificación, además de tener consecuencias negativas en toda la industria de la óptica, también es muy peligrosa, “porque las gafas no son un accesorio como cualquier otro, sino que son un dispositivo médico (gafas) o protección personal (de los rayos UV, gafas de sol)”.
“La falsificación conlleva el riesgo de que no se respeten todos los requisitos técnicos imprescindibles para el cumplimiento de estos fines, con la fuerte consecuencia para el usuario de incurrir incluso en patologías graves como maculopatía y cataratas”, ha dicho.
En España, la realidad no difiere mucho de la italiana, ya que aquí, la mitad de las gafas de sol que se comercializa son falsificaciones, según ha denunciado en diferentes ocasiones la Federación Española de Asociaciones del Sector Óptico (Fedao).
De hecho, solo el 16,9% del total de gafas vendidas en España se dispensa en el canal óptico, mientras que una de cada cuatro (26,9%) se vende en mercadillos y el top manta.
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