¿Es la conciliación laboral una de las soluciones a la falta de ópticos en el sector?

Y, coincidencia o no, días después, a través de mensajes de SMS, el establecimiento de Vistaóptica de la plaza Francesc Masiá, en Barcelona, informaba a sus clientes que, desde este octubre, su horario de atención es de lunes a viernes, de 10:00 a 20:00 h; los sábados cierra sus puertas. Ese día, el establecimiento tiene activo el servicio online y las urgencias las deriva a su óptica principal, localizada en la Rambla de Catalunya.

De este modo, las empresas del sector comienzan a adentrarse en una nueva etapa que, quizás, le permita solucionar uno de sus principales problemas: la falta de ópticos-optometristas para cubrir las vacantes que se producen en las ópticas o llevar adelante sus planes de expansión.

El cuello de botella de la óptica española: más ópticas y menos ópticos

Todos saben (o lo intuyen) que esa falta de personal, entre otras cosas, se produce porque la gente ahora opta por trabajar en consultas de oftalmólogos u otro tipo de empresas del sector que tienen unos horarios o jornadas laborales que facilitan la conciliación de la vida laboral con la familiar.

Y así, en este contexto, la óptica (como establecimiento, no como profesión) parece que ha dejado de ser atractiva en los tiempos que corren, debido a su tradicional anclaje a los horarios comerciales, donde el trabajo durante el fin de semana ha sido y es la normalidad.

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En 2022, España contaba con 19.149 ópticos colegiados, un 1,8% más que en 2021, según los datos del Libro Blanco (La cifra proporcionada por el INE es de 19.113). La cifra, a simple vista, resulta insuficiente para nutrir las plantillas de las alrededor de 10.000 ópticas que hay en España. Pero la situación es más grave, porque unos 1.300 ópticos no ejercen, según dijo Inés Mateu, presidenta de la Fedao (Federación de Asociaciones del Sector Óptico), en una entrevista que ofreció el pasado año a Modaengafas.com.

Quizás, reducir los horarios de funcionamiento de las ópticas durante los fines de semana puede ayudar a paliar el problema de la falta de personal. Pero esa no puede ser la única solución, especialmente en una época en que la digitalización está ayudando a la operativa de los establecimientos y a la puesta en marcha de diferentes procesos. A ver quién le pone el cascabel al gato.