Pregunta: ¿Qué está haciendo el CNOO para que los ópticos-optometristas lleguen a la Atención Primaria?
Eduardo Morán Abad: “El argumento de que los ópticos-optometristas no somos médicos, con todos mis respetos, huele un poco a naftalina”
El decano del CNOO habla sobre de los pasos que se han dado para que los profesionales del sector lleguen a la Atención Primaria, de las polémicas suscitadas por un grupo de oftalmólogos que se oponen a que los ópticos-optometristas sean parte del Sistema Nacional de Salud
Respuesta: En primer lugar, lo que se ha hecho es establecer en dónde el óptico-optometrista es más eficiente. Obviamente, su presencia en el nivel secundario en colaboración con los servicios de oftalmología es algo que ya nadie cuestiona, aunque sigue costando un gran esfuerzo que los diferentes servicios de salud convoquen plazas para ópticos-optometristas.
Sin embargo, los ópticos-optometristas, como profesionales sanitarios y en el ejercicio privado de nuestra profesión en establecimientos sanitarios de óptica, somos profesionales natos de atención primaria en salud visual y por ello es necesario trasladar este mismo esquema al sistema público de atención sanitaria
Desde Atención Primaria, los ópticos-optometristas, en colaboración con los médicos y pediatras de atención primaria, podemos contribuir a reducir considerablemente las derivaciones a oftalmología y facilitar la detección precoz de algunos procesos que afectan a la salud visual.
Ahora se trata de convencer a los responsables políticos y, para ello, estamos promoviendo reuniones a todos los niveles, tanto en las comunidades autónomas como en la Administración Central. Recientemente, nos hemos reunido con la presidenta y la vicepresidenta de la Comisión de Sanidad del Senado.
P. ¿Cuáles son los beneficios de la presencia de los ópticos-optometristas en la Atención Primaria?
R. La estructura de nuestro Sistema Nacional de Salud deriva de la Ley General de Sanidad 14/1986, que, a su vez, utilizó recursos y la estructura del Insalud. Durante estos años, hemos tenido un cambio radical en el envejecimiento poblacional y un cambio también en el paradigma de las enfermedades, pasando de una preponderancia de las enfermedades infectocontagiosas a un modelo de cronicidad. Así mismo, se han desarrollado nuevas profesiones sanitarias o son más demandadas por la población: óptica-optometría, odontología, enfermería, psicología clínica, etcétera.
En estas circunstancias, es evidente que necesitamos cambiar el modelo de atención sanitaria y sobre todo en atención primaria, porque es ahí donde debe solucionarse el 85% de la demanda asistencial.
En nuestro caso, si el 75% de los médicos de atención primaria considera que la demanda asistencial por problemas de salud visual es frecuente; que el 80% opina que el tiempo de espera para una derivación a oftalmología es excesivo y que el 88% asevera que el profesional idóneo ante una alteración de la visión por un defecto refractivo es el óptico-optometrista, lo extraño es que no haya ópticos-optometristas en Atención Primaria del SNS.
«Lo extraño es que no haya ópticos-optometristas en Atención Primaria del Servicio Nacional de Salud»
Preguntaba usted por los beneficios. Yo creo que son más que obvios: mejorar la salud visual de los ciudadanos y paliar la desigualdad en el acceso a la salud visual que nuestro sistema está generando.
R. ¿Qué opinión le merece la posición de la Sociedad Española de Oftalmología, que se opone a que los ópticos-optometristas sean parte de los servicios de Atención Primaria?
R. Aunque los oftalmólogos no son profesionales sanitarios de Atención Primaria, me parece respetable siempre que se produzca de una forma razonada y con argumentos lógicos, aunque esté en total desacuerdo en el fondo. Lo que ocurre es que últimamente, no estoy de acuerdo ni en el fondo ni en las formas.
Utilizar recursos humanos cualificados y disponibles es una propuesta tan obvia que, en ocasiones, produce vergüenza ajena ver cómo algunos colectivos se rasgan las vestiduras ante estas iniciativas que reducen considerablemente el colapso en la sanidad pública, como si estuvieran defendiendo los intereses de los ciudadanos ante propuestas que únicamente buscan maximizar el rendimiento de unos profesionales sanitarios, los ópticos-optometristas, en los que la sociedad invierte mucho dinero y mucho esfuerzo en su formación.
El argumento de que los ópticos-optometristas no somos médicos, con todos mis respetos, “huele un poco a naftalina”. Ni tampoco lo son los dentistas, ni los psicólogos clínicos, ni las enfermeras, ni las matronas, ni falta que les hace a ninguno de estos profesionales para tener un papel fundamental en Atención Primaria.
Entiendo, aunque no comparta su preocupación, que en vez de perder el tiempo intentando evitar algo que tarde o temprano será inevitable, lo más razonable es que nos sentemos a elaborar protocolos conjuntos de actuación en beneficio de la salud visual de los ciudadanos.
P. La ministra de Sanidad, Mónica García, ha dicho que se va a reunir con los ópticos-optometristas con el fin de definir la estrategia para que las gafas graduadas y lentillas formen parte de los servicios de la Seguridad Social. ¿Cuál es la propuesta del CNOO para la ministra?
R. Efectivamente, es una de las medidas en las que trabaja el Ministerio de Sanidad y que ha causado una enorme expectación. La primera propuesta parece que va en la línea de que las gafas y las lentes de contacto formen parte de la cartera de servicios en 2025. Para nosotros, esta propuesta debe ligarse a la incorporación a Atención Primaria de ópticos-optometristas o a acuerdos de colaboración con las ópticas comunitarias.
«La propuesta debe ligarse a la incorporación a Atención Primaria de ópticos-optometristas o a acuerdos de colaboración con las ópticas comunitarias»
Está muy bien que la sanidad pública se haga cargo del coste de las gafas y de las lentes de contacto para ciertos colectivos vulnerables, pero ¿quién se va a hacer cargo de la revisión optométrica y de la prescripción? ¿Los médicos y pediatras de la sanidad pública? ¿Los médicos oftalmólogos de la sanidad pública? ¿Los establecimientos sanitarios de óptica?
Incluir gafas y lentes de contacto en la cartera de servicios comunes sin tener en cuenta la prestación profesional de los ópticos-optometristas sería tan absurdo como incluir las prótesis de rodilla sin tener traumatólogos.
Resumiendo, nuestra propuesta se basa en un acuerdo que considere ambas vertientes: el servicio profesional y el producto sanitario, contemplados ambos dentro de la cartera de servicios comunes de Atención Primaria y realizados desde ópticas comunitarias.
P. Ya se ha aprobado la firma del convenio entre Sermas y el CNOO para financiar las gafas graduadas para menores de 14 años, ¿qué opina de este proyecto y cuántas ópticas participarán en él?
R. Es un proyecto tan imprescindible como necesario. La Comunidad de Madrid garantiza que por el importe de 55 euros por niño y año los menores consigan unas gafas con la graduación que necesiten en los establecimientos sanitarios de óptica que participen en el programa. Si los padres eligen luego otra montura o quieren un determinado diseño o marca, deberán hacerse cargo de la diferencia de precio.
Los beneficiarios menores de 14 años podrán disfrutar de esta prestación como máximo una vez por cada año natural y deberán transcurrir al menos seis meses entre una y la correspondiente al año siguiente.
La Consejería de Sanidad calcula que esta nueva iniciativa favorecerá a más de 135.000 niños. Con esta iniciativa el Gobierno de la Comunidad de Madrid y el CNOO garantizará que las condiciones socioeconómicas de una familia no sean en absoluto un obstáculo para el diagnóstico optométrico de defectos refractivos, como miopía, hipermetropía y/o astigmatismo, y el tratamiento adecuado de esos problemas de salud visual. Sin duda, se trata de un convenio que ayudará tanto a muchos niños como a sus padres. En breve se abrirá una convocatoria para todas aquellos establecimientos sanitarios de óptica que deseen adherirse al convenio.
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