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14/10/2025

¿Identificar o no identificar? Esta es la cuestión

El “veo igual” de los optotipos ya no es tan igual: “con estas gafas me mareo, veo mejor con las mías”

opticos optometristas

FOTO: Archivo

La variabilidad individual en la respuesta al cambio de graduación forma parte del examen subjetivo. Frente a los mismos cambios, hay quien apenas nota diferencia y quien la nota y mucho. Lo previsible es que cada perfil responda de forma distinta a las nuevas gafas y que esta respuesta sea coherente.

Es esperable que los hipersensibles refieran incomodidad inicial, pero que se acaben adaptando; no lo es tanto que los hiposensibles no se adapten cuando en el gabinete habían mostrado una baja exigencia visual.

El “veo igual” de los optotipos ya no es tan igual: “con estas gafas me mareo, veo mejor con las mías”.

Por esa razón, frente a personas poco sensibles al cambio, preguntar en el examen subjetivo “¿ve mejor o peor?” resulta a menudo ineficaz y arriesgado.

Una estrategia útil consiste en hacerles leer el optotipo (se lee o no se lee, no hay vuelta de hoja), desde el valor refractivo más positivo o menos negativo, ajustado a su vez en 0.75 D (hacia arriba en hipermétropes, hacia abajo en miopes), respecto al valor objetivo (retinoscopía previa miopización), y con la línea de optotipos identificable.

Incluso si queremos afinar más, podemos modificar las condiciones de contraste del test.

A partir de aquí, se les hace leer los optotipos. Una vez identificados, iremos decreciendo su tamaño y repetiremos la exigencia de lectura, haciendo el cambio refractivo en 0.25 D, hasta que los identifiquen y así sucesivamente, hasta el valor más positivo o menos negativo.

Por ejemplo, si tenemos una hipermetropía, obtenida con retinoscopía previa miopización, de +2 D, partiremos de +2.75 D, pondremos la línea de optotipos que pueda leer, una vez leída pasamos a la siguiente, si no la identifica, ajustamos a +2.50 D y así sucesivamente, en pasos de 0.25 D, hasta conseguir la máxima agudeza.

Si el valor final es de + 1.75 D, haremos un nuevo ajuste de 0.25 D a la baja por la distancia a la pantalla del test (si está a 4 metros), finalmente la Rx nos quedaría en +1.50 D.

Esta hipo o hipersensibilidad, a los cambios de percepción, también se produce en visión binocular.

La capacidad fusional, en relación con la magnitud de la heteroforia, sí que puede determinar que un hiposensible a cambios refractivos no lo sea tanto frente a los binoculares.

Por visualmente poco exigente que sea la persona, la diplopía es la diplopía. Ver doble es mucho más notorio que un cambio en la calidad de las imágenes monoculares.

En la evaluación binocular, también partiremos de considerar los prismas de ayuda a la fusión obtenidos en la evaluación.

Partiendo de la relajación previa del sistema, esto es, desde el valor prismático de disociación más nasal o menos temporal y repitiendo las pruebas para cansarlo y evitar que compense.

Como final de fiesta, recordemos que cualquier cambio refractivo monocular afecta a la visión binocular y viceversa.

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