La Dirección General de Consumo de la Junta de Andalucía recuerda a las personas consumidoras la importancia de cuidar la salud ocular ante la exposición solar, recomendando el uso de gafas de sol adecuadas para protegerse de las nocivas radiaciones ultravioleta.
Consumo Andalucía recomienda a la población que compre gafas de sol en ópticas y establecimientos autorizados
Las gafas de sol son consideradas Equipos de Protección Personal (EPP) porque sus lentes están diseñadas para proteger frente a los efectos dañinos de la radiación ultravioleta

FOTO: Getty Images
La principal recomendación es adquirir gafas de sol únicamente en establecimientos autorizados, como ópticas, evitando la venta ambulante o callejera. La orientación de profesionales de la visión es clave para tomar una decisión informada.
Al adquirir unas gafas de sol, es imprescindible tener en cuenta que no se trata únicamente de un complemento estético. Elegirlas solo por su apariencia puede poner en riesgo nuestra salud ocular. Este aspecto es especialmente relevante en el caso de gafas dirigidas al público infantil, ya que algunas gafas de juguete no ofrecen protección real contra la radiación UV.
Las gafas de sol son consideradas Equipos de Protección Personal (EPP) porque sus lentes están diseñadas para proteger frente a los efectos dañinos de la radiación ultravioleta. Sin embargo, no todos los filtros son adecuados para cualquier situación, y un cristal oscuro no garantiza una protección eficaz.
Antes de la compra, es fundamental comprobar que el producto cuenta con el Marcado CE y hace referencia a la norma ISO 12312-1, que regula los requisitos de las gafas de sol de uso general.
En la patilla deben figurar claramente la marca y el modelo del producto. Además, se puede consultar la categoría del filtro solar introduciendo el modelo en la web del fabricante o en buscadores especializados.
En el etiquetado, debe detallarse, entre otros: el tipo de filtro (polarizado, fotométrico o degradado) y la categoría de filtro
En el etiquetado, debe detallarse, entre otros: el tipo de filtro (polarizado, fotométrico o degradado) y la categoría de filtro indicadora del nivel de protección frente al deslumbramiento. Hay un total de cinco categorías para las gafas de sol, desde la categoría 0 hasta la 4.
Las incluidas en la categoría 0 están pensadas para situaciones de luminosidad solar muy baja, siendo gafas de uso estético o de confort para espacios interiores o semicubiertos, días nublados o con poca luz. La categoría 1 es para situaciones de luminosidad baja, siendo idóneas para uso urbano con luz no muy intensa.
La categoría 2 incluye las gafas con lentes preparadas para situaciones de media luminosidad, adecuadas para uso urbano con día soleado o para hacer deporte como running o ciclismo. La categoría 3 se corresponde con una alta protección frente al deslumbramiento, se trata de gafas preparadas para situaciones de fuerte luminosidad, recomendables para su uso en la playa o la montaña.
Por último, las gafas de sol de categoría 4 presentan muy alta protección frente al deslumbramiento, estando pensadas para situaciones de muy fuerte luminosidad, lo que las hace recomendables para la práctica de deportes de alta montaña como el esquí y deportes acuáticos. Las gafas de esta categoría no están permitidas para la conducción de vehículos.
Igualmente, acompañando a las gafas de sol deben venir instrucciones de mantenimiento y conservación, así como unas indicaciones de las posibles restricciones de uso. Por ejemplo, que no son aptas para la observación solar directa; para la protección frente a fuentes de luz artificial, como las cabinas de ultravioleta en solarium; que no son adecuadas para la conducción de vehículos, en el caso de las gafas de sol de categoría 4; así como que no son aptas para la conducción nocturna o en crepúsculo o en condiciones de poca luz.

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