En los últimos años, algo se ha convertido en rutina: en cuanto el Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas (Cgcoo) toma una iniciativa, la Sociedad Española de Oftalmología (SEO) la rechaza.
De las iniciativas de los ópticos-optometristas a las protestas de la Sociedad Española de Oftalmología

FOTO: Unsplash
El último encontronazo tiene que ver con el registro de la Proposición de Ley General de Salud Visual en el Congreso de los Diputados por parte del Cgcoo. La SEO considera inconcebible lo que ha hecho el Cgcoo y esgrime sus razones en un documento de tres folios.
Más allá de cualquier argumento, cabe hacer algunas reflexiones.
La nueva polémica se produce en un momento en que el Consejo Mundial de Optometría (WCO, por sus siglas en inglés) está celebrando la Semana Mundial de la Optometría 2025 del 17 al 23 de marzo bajo el lema «Ojos hacia el futuro: la optometría mejora el bienestar global».
Con este motivo, Sandra S. Block, presidenta del WCO, ha escrito una carta en la que afirma:
«Uno de los pasos recientes más importantes que ha tomado el WCO fue desarrollar una definición clara del papel del optometrista… Para reducir la confusión y ayudar a mejorar el reconocimiento y la regulación de la optometría donde sea necesario, el WCO ha proporcionado esta definición clara del papel de la profesión para quienes tienen un título en optometría, destacando la importancia de que los optometristas ocupen el nivel de proveedor de atención primaria». Si le interesa, puede leer la carta completa a través de este enlace.
En este contexto, hay que recordar que una de las luchas históricas de los ópticos-optometristas es formar parte de la atención primaria del SNS, y no solo por prestigio profesional, sino como una forma de contribuir a garantizar la salud visual de la población.
Los ópticos-optometristas no quieren hacer el trabajo de los oftalmólogos. Al contrario, quieren ayudar a estos profesionales de la salud visual. De hecho, en la vida diaria ya trabajan de manera conjunta en las clínicas oftalmológicas, además de que existe una estrecha colaboración entre ópticas y oftalmólogos.
Cuando un óptico detecta una anomalía en uno de sus pacientes, lo remite a un oftalmólogo. Y no hay vuelta de hoja. Ese es el trabajo que quieren desempeñar en la atención primaria, ni más ni menos, considerando que así se ayudaría a disminuir las listas de espera en el SNS.
La SEO no está de acuerdo con este argumento y, de manera tajante, señala que:
«La incorporación de los ópticos a la atención primaria no aliviaría las listas de espera, sino todo lo contrario, provocando demoras, retrasos diagnósticos y poniendo en riesgo la calidad asistencial y la seguridad de los pacientes, al poner su salud en manos de profesionales no autorizados para la detección de enfermedades oculares, salvo los defectos de refracción…».
Lo cierto es que, al 30 de junio de 2024, un total de 177.104 personas figuraban en las listas de espera en los servicios de oftalmología de la sanidad pública, lo que suponía 835 pacientes más que hace un año. Además, el 10,6 % de los pacientes debía esperar más de seis meses para resolver su problema de visión.
¿Cree la SEO que los ópticos-optometristas no pueden ayudar? No hay que olvidar que, en la actualidad, los ópticos-optometristas son profesionales altamente cualificados que no solo cuentan con el grado, sino que también suman a su currículo estudios de posgrado en importantes universidades del mundo. Si no, que le pregunten a David Piñero.
Por último, en su comunicado, la SEO se refiere a las ópticas como «los establecimientos comerciales de óptica». Más allá de que todo esto se aparta de lo que es el meollo del asunto, aquí cabe una pregunta: ¿las clínicas oftalmológicas no son empresas? De hecho, hace poco llegó a la redacción de Modaengafas.com una nota de prensa emitida por una clínica de oftalmología en la cual, como quien no quiere la cosa, se sugiere corregir la presbicia «a través de cirugía con una intervención ambulatoria (sin ingreso), sencilla, rápida e indolora y con un periodo de recuperación corto».
El mundo cambia y las realidades también. Creo que existen más argumentos que unen a los ópticos-optometristas y oftalmólogos que aquellos que los separan.

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