Los primeros indicios de la ralentización de la miopía en un segmento específico de la población comienzan a aparecer cinco años después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) presentara su primer informe sobre la visión y advirtiera que esta patología ocular es una de las pandemias del siglo XXI.
Miopía: primeros indicios de su ralentización entre la población de 6 a 18 años
En concreto, entre 2016 —cuando se empezaron a enviar los datos a la plataforma— y 2024, ha descendido la prevalencia de la miopía entre las personas de 6 a 18 años: hemos pasado del 6,7% al 5,8% actual.

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En efecto, la OMS, a través de sus proyecciones, estima que el 50% de la población mundial será miope en 2050, debido, en buena parte, a los nuevos hábitos imperantes en la sociedad (uso intensivo de pantallas, menos actividades al aire libre, falta de exámenes visuales, etc.). Y el gran problema de todo esto es que la miopía se está cebando en niños y jóvenes, lo que constituye una tragedia.
La miopía no solo es la puerta de entrada a otros problemas visuales que pueden desembocar incluso en ceguera; también tiene un alto coste social para los países, porque, entre otras cosas, la mala visión es una de las causas del abandono escolar, con todo lo que ello supone para la sociedad.
La ciencia del control de la miopía: lo que todo profesional de la salud visual debe saber
En los últimos cinco años, todos los informes relacionados con la miopía han proyectado un futuro inquietante en cuanto a salud visual. Sin embargo, ahora han aparecido indicios que dan paso a la esperanza.
Datos de un estudio de la Plataforma de Telecribado Up, realizado en base a casos reales enviados por ópticos-optometristas de Cataluña, muestran que hay un decrecimiento medio de la miopía en la población de entre 6 y 18 años.
En concreto, entre 2016 —cuando se empezaron a enviar los datos a la plataforma— y 2024, ha descendido la prevalencia de la miopía entre las personas de 6 a 18 años: hemos pasado del 6,7% al 5,8% actual.
Lluís Bielsa, delegado de Barcelona del Colegio Oficial de Ópticos Optometristas de Cataluña (Coooc), explica que el dato es una buena noticia, ya que se trata de una tendencia fiable, pues es fruto del análisis de casos reales.
Bielsa sostiene que este resultado es producto del desarrollo de productos específicos para ralentizar la miopía y de de los tratamientos concebidos para tal efecto, así como de una mayor concienciación por parte de la población.
Lo relevante del dato también es el número de casos enviados a la plataforma: en 2016, fueron examinadas 29.912 personas, de las cuales 5.218 eran miopes. En 2024, se examinaron 67.716 personas y, de ellas, 16.645 tenían miopía.
En 2016, del total de evaluados, el 6,78% se encontraba en la franja de entre 6 y 18 años; en 2024, el 5,87%.
La miopía magna
Otra buena noticia de los análisis de los casos enviados a la Plataforma de Telecribado Up es que también hay evidencias de una reducción de la miopía magna.
En 2016, la prevalencia de la miopía magna respecto al conjunto de los miopes era del 38,19%; en 2019, descendió al 29,86% y en 2024 ha bajado un poco más, hasta el 27,89%.
Lluís Bielsa también pone en valor este dato, porque la existencia de menos miopías magnas significa la reducción de problemas visuales de cara al futuro en el conjunto de la sociedad.

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