El Colegio Oficial de Ópticos Optometristas de Galicia (COOG) lanza otra campaña de salud visual. El organismo, presidido por Esther Amaro, ha advertido a la población de los daños que sufre la visión por el reflejo de los rayos ultravioleta que se proyectan desde la nieve.
De la oftalmia a las cataratas: los peligros de la nieve para la visión de la población
Los rayos ultravioletas que se reflejan en la nueve también aceleran la aparición de cataratas y la degeneración macular asociada a la edad
De hecho, más de un 20% de personas que practican esquí padece enfermedades de la visión, sobre todo la oftalmia, es una queratoconjuntivitis o inflamación e irritación constante de la conjuntiva y de la córnea.
Los síntomas de la oftalmia de la nieve se presentan a las 4 o 6 horas de haber realizado las actividades en el exterior y la sensación es similar a la de tener un cuerpo extraño en el ojo, acompañado de lagrimeo, fotofobia, ojos rojos y disminución de la agudeza visual.
Los rayos ultravioletas que se reflejan en la nueve también aceleran la aparición de cataratas y la degeneración macular asociada a la edad, dos de los problemas de salud visual más frecuentes durante la madurez.
La mayoría de las personas que disfrutan en la nieve no es consciente de la cantidad de radiación solar que recibe directamente
“Pasar un día en la nieve puede ser más dañino para los ojos que disfrutar de una jornada en la playa. La razón es que la nieve refleja más del 80 por ciento de la luz solar, incluida la radiación ultravioleta”, ha explicado Esther Amaro.
Amaro ha añadió que, en la montaña, la radiación aumenta un 10% por cada mil metros que se asciende. “La mayoría de las personas que disfrutan en la nieve no es consciente de la cantidad de radiación solar que recibe directamente, sumada a la radiación indirecta reflejada en la nieve, lo que puede afectar a la percepción de las formas y colores, así como provocar serias quemaduras en la córnea”.
El COOG ha informado a la población que, en los meses más fríos del año, el sol se sitúa más bajo en el cielo y a un ángulo diferente, lo que puede incrementar la exposición a la radiación ultravioleta. Este riesgo resulta tan significativo en días grises como en días despejados.
Todas las personas que quieran practicar el esquí o ir a la montaña deben proteger sus ojos con “unas gafas homologadas que tengan un factor de protección mínimo de 3, siendo el 4 el ideal, siendo las lentes más adecuadas aquellas que utilizan filtros de color marrón o amarillo, que ayudan a mejorar los contrastes en la visión.
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