Este artículo forma parte del Cuaderno de la óptica, salud visual y audiología que analiza el proceso de verticalización que se está produciendo en el proceso de la audiología.
Verticalización, una estrategia no exenta de polémica
Todo en la vida genera polémica. De hecho, hay un refrán que resume lo dicho: palo porque bogas y palo porque no bogas.
La verticalización entra en el ámbito de la polémica y es imposible evitarlo; y aunque es un asunto bastante extendido, todavía es un tabú: por más que se trate de una estrategia de negocio totalmente legítima y una de las más utilizadas por los fabricantes de todos los sectores, a la gran mayoría no les gusta hablar del tema.
El concepto verticalización levanta ampollas cuando los fabricantes que impulsan sus cadenas también son los proveedores del canal independiente o multimarca. ¿Son o no competidores de sus clientes? ¿Fomentan el desarrollo de marca y ayudan a posicionar un producto en el mercado para que se venda más y mejor?
Lo cierto es que, en este ámbito, la audiología no es una excepción. Existen grandes fabricantes que han creado sus cadenas de retail con el objeto de llegar de forma directa al usuario final. ¿Qué piensan los audioprotesistas de esta estrategia?
Existen grandes fabricantes de audífonos que han creado sus cadenas de retai
Para testar el sentimiento de los audioprotesistas, Modaengafas.com lanzó la siguiente pregunta a través de las redes sociales: ¿Qué opinión les merece que los fabricantes de audífonos abran sus propios gabinetes mediante el sistema de franquicias? Y utilizó está fórmula con el fin de que las personas que respondan lo hagan en completa libertad, sin cortapisas.
Una de las primeras personas que contestó a la pregunta señaló que “estamos en una economía de mercado y es lo que hay, se quiera o no”. Otro, por su parte, remarcó que la verticalización “es el presente y futuro”.
En uno de los comentarios se hizo referencia al hecho de que los fabricantes llevan muchos años aplicando una estrategia de verticalización, pero “el problema lo tienen los centros auditivos que no saben seleccionar con qué proveedores trabajan”.
Otra de las personas que respondió dijo que “a mí personal y profesionalmente ni me va ni me viene y me parece perfecto. Pienso que los fabricantes están en su pleno y legítimo derecho de arbitrar cuantas estrategias de marketing crean necesarias y oportunas para vender su producto dentro de una economía de mercado… Si yo fuera fabricante haría exactamente lo mismo”.
COMPRARLES O NO HACERLO
La pregunta lanzada en las redes sociales también dejo ver que la posición de los fabricantes que verticalizan el negocio causa malestar: uno de los internautas que contestó sugirió que no comprarles “es un buen punto de presión, al final el independiente puede comprar donde le venga mejor para sus intereses”.
Otro enfatizó en que los proveedores que utilizan esta estrategia son “sencillamente” una “competencia directa” para los audioprotesistas que les están comprando sus productos.
Por su parte, otro razonó sobre la cuestión argumentando que “no es cuestión de no comprarles, sino de comprarles el producto que tú consideras de calidad para tu paciente (no todos los productos son buenos)”.
En otra respuesta, un profesional del sector señaló que “sería absurdo” no acceder a un producto puntero de un fabricante por el hecho de que este tenga centros auditivos.
LA PROFESIONALIDAD
Sin embargo, la pregunta lanzada por Modaengafas.com también puso de manifiesto un asunto clave para los audioprotesistas: la profesionalidad.
Una de las personas dijo que el hecho de que los fabricantes abran sus propios puntos de venta no le molesta “en lo más mínimo”. Es más, consideró que el trabajo de los fabricantes es vender audífonos. “Me empezaré a preocupar cuando además de eso, adapten y compatibilicen con un enfoque clínico”.
En esta línea, otro dijo que “no hay que hacer ni caso” a las aperturas que hacen los fabricantes. “La diferencia está en la profesionalidad de cada audiólogo, no en el audífono”.
, otro dijo que “no hay que hacer ni caso” a las aperturas que hacen los fabricantes.
Esta respuesta mereció un comentario de otro internauta: “Exacto, un mismo audífono en según quien lo adapte puede ser una adaptación perfecta o un desastre”.
En este contexto, otro audioprotesista terció con la siguiente reflexión: “El producto somos nosotros, no el audífono, así que sin problema”.
Desde el momento en que la gente comenzó a opinar de esa manera, las respuestas comenzaron a orientarse con más fuerza a la profesionalidad de los audioprotesistas y su saber hacer en el gabinete.
“A los profesionales independientes no les molesta lo más mínimo (que los fabricantes pongan en marcha establecimientos). Su ‘oferta y demanda’ radica en solucionar problemas de audición desde un enfoque clínico y no mercantil”, señaló una de las personas que respondió a la pregunta.
Otra señaló que “Hoy por hoy, los pacientes demandan mucha más profesionalidad y solución de problemas, que producto y precio”.
Con todo, y como se ha dicho al principio de este artículo, la verticalización es un tema que siempre estará en la boca de las personas, unas a favor y unas en contra, pero, independientemente de eso, el mercado seguirá su camino, sea el que sea.
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