¿Por cuál ojo miro? - Modaengafas.com

Conocer el ojo director es una información muy útil, sobre todo cuando debemos recomendar prismas para ayudar a la fusión. No tener en cuenta la preferencia ocular al trabajar con prismas verticales, por ejemplo, puede tener consecuencias catastróficas.

Desde un punto de vista práctico, conocer el ojo director es tan sencillo como ofrecer un tubo a la persona examinada y pedirle que mire espontáneamente a través de él.

Y aquí se produce la nota de color.

Cuando le pedimos a alguien que firme, no pregunta con qué mano lo hará. Si le pedimos a esa misma persona que mire por un tubo, en principio tampoco preguntará por cuál ojo, simplemente mirará.

Decimos «en principio» porque, cuando alguien pregunta por cuál ojo debe mirar, es muy probable que tenga dominancia cruzada.

Muchas personas con dominancia cruzada no saben que la tienen. Cuando les damos un tubo, que naturalmente toman con su mano preferida, lo levantan para mirar y suelen situarlo entre ambos ojos.

En ese momento, racionalizan lo que han hecho espontáneamente. Al intentar mirar con el ojo derecho, si son diestros de mano, descubren que no están cómodos y tienden a desplazar el tubo hacia el ojo izquierdo.

Es entonces cuando preguntan por cuál ojo deben mirar.

Y es que, como el ciempiés confundido de la fábula, gran parte de nuestras acciones diarias son automáticas, y solo tomamos conciencia de ellas cuando nos detenemos (o nos hacen detenernos) a pensarlas.