España, más de 48 millones de habitantes en los tiempos de la miopía y el envejecimiento

Las ciudades españolas son cada vez más variopintas. Los efectos de la migración son más que notorios y, de alguna manera, han permitido que las cifras de la población vayan en aumento e, incluso, que marquen un hito: A 1 de enero de 2024, los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) señalan que en España cuenta con 48.592.909 habitantes, medio millón más que hace un año atrás, situándose en su valor máximo de toda la serie histórica.

El crecimiento poblacional de España se debe, casi en su totalidad, al incremento de personas nacidas en el extranjero. Esta población -que en la actualidad es de 8.775.213 personas- fue mayor que la de nacionalidad extranjera, como consecuencia de los procesos de adquisiciones de nacionalidad española.

Para tener una visión más clara de los efecto de la migración, hay que destacar que solo en el cuarto trimestre de 2023, el número de extranjeros aumentó en 72.504 personas hasta 6.491.502. Mientras que la población de nacionalidad española creció en 13.366 personas, siempre según los datos del INE.

La población también ha ido creciendo entre los denominados sénior, que, normalmente, empiezan a notar los efectos de la presbicia a partir de los 40 años

El hecho no baladí, si se tiene en cuenta que España sufre el mismo mal de los otros países de la Unión Europea, ya que también va envejeciendo a pasos agigantados, como consecuencia de una tasa de natalidad que se ha desplomado.

Durante 2023, en España se produjeron 322.075 nacimientos, lo que supuso un descenso del 2,0% respecto el año anterior (6.629 menos). Así, el número de nacimientos continúa con la tendencia a la baja de la última década, solo interrumpida en 2014. Desde el año 2013, el número de nacimientos ha bajado un 24,1%.

De hecho, en los últimos años se observa que la disminución del número de nacimientos se ha visto acompañada de un retraso en la edad de maternidad. Un indicador que refleja el retraso en la maternidad es el número de nacimientos de madres de 40 o más años, que ha crecido un 19,3% en los 10 últimos años.

La disminución del número de nacimientos se ha visto acompañada de un retraso en la edad de maternidad

En términos relativos, mientras que en 2013 el 6,8% de los nacimientos fueron de madres de 40 años o más, en 2023 ese porcentaje se elevó hasta el 10,7%.

La miopía en la población infantil

Analizar el aumento de la población por edad es importante en todos los ámbitos, pero sobre todo, en el de la salud visual, si se tiene en consideración que la OMS ha calificado a la miopía como una de las pandemias del siglo XXI, porque, en 2050, afectará a la mitad de la población mundial.

En el caso de España, la Asociación de Miopía Magna (Amires) realizó un Estudio de prevalencia de la miopía infantil en la Ciudad de Madrid, cuyos resultados se podrían ser extrapolados al resto del país debido a su magnitud. Y los datos que arroja ese estudio no son nada halagüeños.

El estudio concluye que casi dos de cada diez menores (18,7%) de sexto de primaria ya tiene miopía.  Esta prevalencia es el triple que la obtenida en segundo de primaria. El número de menores con miopía magna también es “muy alarmante”: el 1,37% de los estudiantes de sexto de primaria la padece.

El crecimiento poblacional de España se debe, casi en su totalidad, al incremento de personas nacidas en el extranjero

Entre los menores que tienen miopía existe una mayor prevalencia en aquellos distritos cuyo Índice de Desarrollo Humano es más bajo. Siendo un 37,7% en segundo de primaria y 31,8% en sexto de primaria (en comparación con el 23,5% y 17,2% respectivamente entre aquellos con el Índice de Desarrollo Humano más alto).

Además, el 27,4% de los alumnos miopes en segundo de primaria y el 12,1% de los de sexto no llevan las correcciones ópticas (gafas o lentillas) necesarios para ver bien. Esta cifra duplica la de aquellos cuya familia se encuentra en el IDH más alto: 13,4% en 2º y 8,6% en sexto.

Los datos de Amires son muy relevantes, especialmente porque, en la actualidad, España cuenta con 4,76 millones de habitantes que tienen entre 5 y 14 años, de acuerdo con el INE. Se trata de un segmento de población que crece a pesar de todo, ya que, a 1 de enero de 2022, la cifra era de 4,75 millones.

Los présbitas

La población también ha ido creciendo entre los denominados sénior, que, normalmente, empiezan a notar los efectos de la presbicia a partir de los 40 años. Es en ese momento cuando estas personas empiezan a tener dificultades para enforcar objetos cercanos.

En la actualidad, España registra 15,11 millones de habitantes que se encuentran entre los 40 y 59 años

En la actualidad, España registra 15,11 millones de habitantes que se encuentran entre los 40 y 59 años, una cifra que está por encima de los 15,0 millones que había en 2022. La cifra ha ido en aumento, con todo lo que eso conlleva.

En este contexto, conviene poner el foco en el segmento de personas que se encuentran entre los 45 y 49 años, ya que superan la barrera de los cuatro millones.

Soluciones visuales

Con las cifras en la mano, se puede deducir que el mayor número de soluciones ópticas que seguirán apareciendo en el mercado estarán dirigidas a dos segmentos de población: el de los niños y el de los présbitas.

Efectivamente, por un lado existen unas necesidades que se deben cubrir y, por otro, ofrecen una buena oportunidad para el desarrollo profesional de los óptico-optometristas así como el de sus establecimientos.

De hecho, las grandes multinacionales de lentes oftálmicas se han dedicado al desarrollo de lentes de desenfoque periférico que tienen como finalidad ralentizar la progresión de la miopía entre los niños; y, de manera paralela, han acometido el desarrollo de lentes progresivas de última generación, donde juega un papel relevante la inteligencia artificial.

Las empresas de lentes de contacto también han dado un paso adelante, con la producción de lentillas pensadas también para ralentizar la miopía, además de que han dado un paso adelante en el segmento de la presbicia con sus lentillas multifocales.

Y así, entre miopes y présbitas, el sector va perfilando su futuro, porque la demanda de ayudas visuales irá en aumento.