Unas 34.000 personas en España, y un total de seis millones en el mundo, tienen síndrome de Down y de ellas el 60% presenta problemas oculares.
El 60% de personas con síndrome de Down tiene problemas oculares
Las alteraciones visuales y oculares en los pacientes con síndrome de Down ocurren con mayor frecuencia y en un grado más marcado
El dato lo ha divulgado el Instituto Oftalmológico Fernández-Vega, debido a que el 21 de marzo es el Día Mundial del síndrome de Down.
“Las alteraciones visuales y oculares son diversas y de gran importancia en la morbilidad de estos pacientes, siendo el grupo de mayor riesgo la población pediátrica”, ha dicho Lucía Fernández-Vega Sanz, del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega. “A pesar de que todas estas alteraciones empiezan en la infancia, la mayoría de las veces pueden ser detectadas para evitar complicaciones a largo plazo”, añade.
Las alteraciones visuales y oculares en los pacientes con síndrome de Down son las mismas que aquejan a la población infantil en general, sin embargo, en estos pacientes ocurren con mayor frecuencia y en un grado más marcado. Estas pueden clasificarse en cuatro grupos: defectos refractivos, trastornos de la motilidad ocular, cataratas y patologías menos prevalentes.
Entre los defectos refractivos hay mayor prevalencia de la hipermetropía, miopía yel astigmatismo,
Entre los defectos refractivos hay mayor prevalencia de la hipermetropía, miopía yel astigmatismo, En la mayoría de los casos, según el Instituto Oftalmológico Fernández-Vega, estos defectos pueden ser corregidos con gafas y se aplican las mismas pautas que para la población general. Aunque no es lo habitual, se pueden adaptar las lentes de contacto, y, solo de manera excepcional, cuando resulta imposible la corrección con gafas, puede estar indicada la cirugía refractiva en cualquiera de sus modalidades.
En cuanto a los trastornos de la motilidad ocular, en los que se ven afectadas las condiciones motoras y de acomodación, se encuentran afecciones como el estrabismo. Así mismo, es frecuente la presencia de nistagmos, oscilaciones involuntarias y repetitivas de los ojos. Ambas afecciones pueden provocar posiciones anómalas de la cabeza o tortícolis.
Por otro lado, las cataratas, también comunes en estos pacientes, presentan características diferentes según la edad en la que aparecen. En el recién nacido suelen ser totales; en la infancia, suturales y arqueadas periféricas; durante la adolescencia, corticales puntiformes; y, en el adulto, puede darse la evolución de cualquiera de las anteriores.
Finalmente, entre las patologías menos prevalentes se encuentra la blefaritis, un enrojecimiento crónico del borde libre palpebral y descamación entre las pestañas, y cuyo tratamiento incluye una adecuada higiene palpebral y pomadas antibióticas y antiinflamatorias. También son comunes las obstrucciones lagrimales, que pueden requerir una solución quirúrgica.
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