Los hombres se van, pero sus obras quedan. El 26 de agosto de 2016 falleció el profesor Joaquín Barraquer Moner en su domicilio de Barcelona. Entonces, tenía 89 años y era una de las figuras españolas de mayor proyección internacional en el ámbito de la salud visual.
Cinco años sin (con) Joaquín Barraquer Moner
Hijo del profesor Ignacio Barraquer Barraquer (fundador del Centro de Oftalmología Barraquer), Joaquín vino al mundo el 26 de enero de 1927; desde niño quiso seguir los pasos de su padre (oftalmólogo que destacó por hacer grandes avances en la cirugía de cataratas), de tal manera que estudió la carrera en la Universidad de Barcelona, licenciándose en 1951; posteriormente se doctoró Madrid (1955) en la Universidad de Guayaquil (1957) y en la Universidad Nacional de Colombia de Bogotá (1965).
Desde muy joven, Joaquín Barraquer fue muy proactivo, y ya, en 1957, descubrió la acción de la alfa-quimotripsina sobre la zónula humana y desarrolló la técnica de la zonulolisis enzimática, un procedimiento quirúrgico que facilita la extracción de la catarata de forma considerable.
(Barraquer… la dinastía)
Un año más tarde, junto a su padre, presentó unos nuevos modelos de quirófanos especialmente concebidos para la docencia. Un rasgo diferenciador es la cúpula transparente, que permite a los médicos observadores presenciar las intervenciones a una distancia mínima del campo operatorio.
En 1962, también de la mano de su padre, fundó el Banco de Ojos para Tratamientos de Ceguera, el primero de la Europa continental, y en 1964, junto a su hermano (José Ignacio Barraquer Moner), desarrolló un microscopio especial para microcirugía con lámpara de hendidura.
Tres años más tarde, y en colaboración con colaboración con Hans Litman, ingeniero óptico de la empresa tecnológica Zeiss, ideó otro microscopio especial para filmar en vídeo la microcirugía ocular. Las imágenes se retransmiten en directo por un circuito interno y permiten ver las intervenciones desde la misma perspectiva que el médico mientras opera, lo cual supone una gran innovación en la docencia médica.
Estos son solo parte de los logros de un personaje, cuyo nombre -hace cinco años- salió en periódicos de todo el mundo, los cuales daban cuenta de su fallecimiento… Ahora, sus hijos, la doctora Elena Barraquer y el profesor Rafael I. Barraquer, siguen su huella, teniendo como piedra angular una frase que la repetía una y otra vez: “Tratemos al paciente como nosotros querríamos ser tratados”.
*Datos obtenidos de la historia del Centro de Oftalmología Barraquer
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