Hoya Vision Care pide medidas urgentes contra la miopía infantil

En 2050, se calcula que 5.000 millones de personas podrían ser miopes, y la tasa anual de progresión de la miopía es más rápida en menores de 10 años.

La miopía infantil es un problema mundial creciente debido a factores como el aumento de las actividades en visión próxima, incluido el uso de dispositivos digitales, y el hecho de pasar menos tiempo al aire libre. Sin embargo, existe una falta de concienciación sobre esta afección y su impacto entre los pacientes y los padres de los niños que viven con miopía.

El 41,6% de los casos de degeneraciones maculares miópicas se detectaron en miopes bajos.

En este contexto, el Dr. Serge Resnikoff, presidente del Instituto de Miopía Internacional, ha afirmado: “Existen diferencias fundamentales entre tener alta y baja miopía. Las personas con miopía alta tienen más riesgo de desarrollar complicaciones como degeneración macular, desprendimiento de retina o incluso glaucoma, que pueden conducir a la ceguera irreversible”.

 Sin embargo, aún no existe un nivel seguro de miopía. A pesar de que el riesgo de complicaciones es modesto con niveles bajos de miopía, sigue siendo una amenaza para la salud pública. De hecho, el 41,6% de los casos de degeneraciones maculares miópicas se detectaron en miopes bajos.

Ante la gravedad de la situación, Hoya Vision Care ha hecho un llamamiento a la acción urgente para mitigar el impacto de la miopía, convirtiéndola en una prioridad mundial para que los gobiernos y los organismos de salud pública actúen colectivamente para garantizar la detección precoz y aumentar la educación y la concienciación.

La urgencia de dar prioridad a la miopía se deriva de su impacto polifacético en los pacientes

La urgencia de dar prioridad a la miopía se deriva de su impacto polifacético en los pacientes, las comunidades y los sistemas sanitarios. Dado que la prevalencia de la miopía está aumentando, también es imperativo que los gobiernos y los organismos de salud pública den prioridad a su tratamiento como un problema de salud pública para mejorar la calidad de vida de los niños que viven con esta afección, así como educar sobre soluciones preventivas.

El tratamiento precoz de la miopía en los niños no solo ayuda a corregir su visión, sino que también proporciona soluciones para controlar la progresión de este defecto refractivo de forma temprana con el fin de ralentizar su aumento y preservar su visión y salud ocular para el futuro.

Miyosmart es una lente oftálmica basada en la tecnología DIMS (Defocus Incorporated Multiple Segments). En un estudio clínico aleatorizado y controlado de 2 años de duración, el uso de lentes Miyosmart ralentizó la progresión de la miopía en un 60% de media, en comparación con el uso de lentes monofocales estándar. Además, uno de cada cinco niños no presentó progresión alguna de la miopía en los dos años siguientes a su uso. El estudio clínico de seguimiento a seis años también reveló que el efecto del tratamiento se sostuvo durante los 72 meses de este y que, aunque haya un cese en el uso, no produce efecto rebote, lo que demuestra que estas revolucionarias lentes oftálmicas son eficaces, seguras y no presentan efectos adversos a largo plazo^.

“Ahora es el momento de que nuestros ecosistemas sanitarios trabajen juntos y actúen colectivamente en la concienciación y la educación. Nuestros niños se merecen algo mejor: no debemos pasar por alto el impacto de la miopía en la vida de nuestros pequeños, ya que afecta a su educación y a su calidad de vida”, ha dicho Alexandre Montague, director general de Hoya Vision Care.

“El éxito de Miyosmart es solo el primer paso. Pedimos que se redoblen los esfuerzos para concienciar y educar a los profesionales de la visión y a los padres (a través de los profesionales de la visión) sobre este defecto refractivo y la importancia de diagnosticar, ralentizar y buscar un tratamiento oportuno”, ha añadido.