Estados Unidos: la economía del mayor mercado mundial de la óptica se ralentiza

Entre Estados Unidos y Europa hay todo un océano, lo que no equivale a decir que todo lo que pasa allí no influye aquí. Tan lejos y tan cerca, atados por esos hilos invisibles de la economía que, en ocasiones, se enredan más de la cuenta. Si no, ¿cómo no rememorar el cataclismo generado en 2008 por las hipotecas subprime, que se llevó por delante a todo un gigante como Lehman Brothers?

Y aquello no fue una cosa de gringos. La caída de Lehman Brothers generó un estrépito tal que llegó incluso a Europa, donde la economía de los países de la zona entró en recesión. En España, aquella época se conoce como la de la gran recesión, ya que se produjo el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, el aumento galopante del desempleo y una crisis bancaria.

En la actualidad, la situación de Estados Unidos no se parece en nada a la de esos años traumáticos. Pero lo cierto es que la mayor economía del mundo se ha enfriado, en buena parte, a causa de la política adoptada por la Reserva Federal, que ha venido subiendo los tipos de interés como una de las fórmulas para frenar la inflación: los ha mantenido entre el 5,25% y el 5,5%, los más altos en 23 años.

En este contexto, el producto interior bruto (PIB) de Estados Unidos aumentó en el primer trimestre de 2024 a una tasa anualizada del 1,4% en comparación con el trimestre anterior, según datos de la Oficina de Análisis Económico que fueron adelantados por el diario El País. A pesar de que este repunte es una décima superior a la estimación previa, representa una desaceleración significativa respecto a trimestres anteriores; de hecho, es la expansión más moderada desde la contracción del PIB en el segundo trimestre de 2022. En el tercer trimestre de 2023, la economía creció a un ritmo anualizado del 4,9%, mientras que en el cuarto trimestre lo hizo al 3,4%.

El asunto no puede pasar desapercibido para las grandes multinacionales de la óptica ni para las empresas españolas del sector que están presentes en Estados Unidos, como Cecop, Wivi Vision o Etnia Barcelona, solo por mencionar tres casos.

Un mercado de 65.600 millones

En 2023, la industria de la óptica en Estados Unidos alcanzó una cifra de negocio de 65.600 millones de dólares, según las estimaciones consignadas por el estudio Market Insights realizado por The Vision Council.

La cuestión es saber si ese mercado se mantendrá pujante, teniendo en cuenta que existen empresas que han comenzado a sentir en carne propia —en sus cuentas de resultados— los efectos de la ralentización de la economía estadounidense.

Carl Zeiss Meditec, por ejemplo, informó que su unidad de negocio de microcirugía generó unos ingresos de 343,5 millones de euros en los primeros nueve meses de su año fiscal 2023/2024, un 3,9% menos frente al mismo periodo del ejercicio 2022/2023. La multinacional alemana atribuyó parte de ese descenso a la reticencia a invertir de varios grupos de clientes en Norteamérica, en vista de los mayores costes de financiación.

Y lo que le ha ocurrido a Carl Zeiss Meditec también lo están sintiendo otros operadores del sector, aquellos que siempre han tenido a Estados Unidos como su primera fuente de ingresos.

En el caso de Essilorluxottica, la compañía registró un crecimiento pírrico del 1,5% en el primer semestre de 2023, hasta 5.973 millones de euros en el mercado norteamericano. Los ingresos se vieron frenados por las ventas comparables aún negativas en tiendas de Sunglass Hut y las tendencias —también negativas— registradas en los puntos de venta que no participan en sus programas de socios.

A Safilo, otra de las referencias del sector, no le fue mejor. En Norteamérica, la compañía reportó unos ingresos netos de 217,6 millones de euros en los primeros seis meses del actual ejercicio, lo que supuso una contracción del 6% frente al mismo periodo de 2023.

A pesar del retroceso, Safilo, que está liderada por Ángelo Trocchia, ha valorado positivamente la marcha de su negocio en Estados Unidos, sobre todo en lo que corresponde al segundo trimestre del ejercicio, en el que, excluyendo el impacto negativo de Jimmy Choo, el desempeño de las ventas se ha mantenido sustancialmente estable en comparación con el año pasado, impulsado por un negocio de gafas que mostró una recuperación y un canal de tiendas de deporte que todavía se mantuvo moderado.

Marcolin también registró dificultades en Estados Unidos, su principal mercado en el continente americano. En América, la compañía contabilizó una cifra de negocio de 106,6 millones de euros, un 9,2% menos en términos interanuales. La tendencia fue el fruto de un ligero enfriamiento de las ventas en las cuentas clave y de *wholesale*.

Con estas tendencias en la mano, hay que esperar cómo evolucionará la economía estadounidense en el último tramo de 2024 para hacer previsiones en 2025, sobre todo porque el país se encuentra en plena efervescencia electoral; el 5 de noviembre se celebrarán las elecciones, en las que hay dos grandes protagonistas: Kamala Harris y Donald Trump. A partir de ahí, empezará otra historia.