Emmanuel Macron cree que la sanidad pública debe ‘delegar tareas’ a los ópticos para reducir las listas de espera en oftalmología

Macron ha hecho estas declaraciones en el programa político de France 2 «L’Evénement» del miércoles 26 de octubre, cuando una periodista le confrontó en el sentido de que fijar una cita con el oftalmólogo tarda una media de 26 días en Francia, aunque hay zona como las de Épernay, donde el tiempo de espera es de 472 días.

En este contexto, el presidente francés respondió que se puede alentar a los oftalmólogos que ya están en edad de jubilare a que los hagan más tarde, pero también a “delegar tareas, que te permiten ( a la gente) hacer tu chequeo visual con un óptico…”.

Oftalmólogos fuera de foco…

Y este es el debate que hay en Francia, al otro lado de los Pirineos. En cambio, en España existe un grupo de oftalmólogos que reivindica la exclusividad para hacer exámenes visuales a la población.

Sin embargo, más allá de la polémica alimentada por ese grupo de oftalmólogos, lo que ha dicho Macron se alinea con la lucha que llevan adelante los ópticos-optometristas españoles con el fin de formar parte de la sanidad pública.

Los diferentes organismos del sector sostienen que la incorporación de los ópticos en la sanidad pública aliviaría las listas de espera en los servicios de oftalmología.

Ópticos, la tortuosa ruta hacia la sanidad pública

De hecho, un estudio avalado por la Sociedad Española de Optometría (SEO) recalca que la incorporación de los ópticos al Sistema Nacional de Salud (SNS) permitirá ahorrar 70 millones de euros anuales al conjunto de las comunidades autónomas.

El estudio deja ver, de una manera detallada, que el 14,5% de las derivaciones de los médicos de atención primaria se hacen a oftalmología. El asunto es que, de estos casos, el 30% está relacionado con asuntos de agudeza visual, que pueden ser resueltos por un óptico-optometrista.

El problema -o la disfunción- es más evidente a nivel de pediatría, donde el 27% de las derivaciones también es al oftalmólogo. Y, del total de casos, el 76,6% se hace para tratar los fallos en la agudeza visual de los pacientes.

Ahora, con el posicionamiento de Macron, debemos rogar que el debate también llegue a España. De momento, ya hay un grupo político, Más País, que está abogando porque los ópticos-optometristas sean incluidos en la sanidad pública. A ver cuántos más se suman a la iniciativa.