Recientemente, hemos tenido una incidencia en la biseladora automática que ha provocado un retraso en las entregas de las gafas.
El proceso determina el resultado (y no al revés)
La diferencia, entre que el cliente nos llame preguntando como están sus gafas graduadas a que llamemos nosotros antes, explicando las causas del retraso, es más que notable

FOTO: Kelly Sikkema vía Unsplash
Hemos enviado un mensaje explicando el retraso, pero también hemos llamado personalmente para justificarlo.
La diferencia, entre que el cliente nos llame preguntando como están sus gafas graduadas a que llamemos nosotros antes, explicando las causas del retraso, es más que notable.
En el primer caso pides disculpas y explicas, en el segundo explicas y te dan las gracias.
Y es que, en el establecimiento óptico, todos los detalles que forman las fases del proceso, desde la comunicación, el gabinete, pasando por el taller, la elección y selección de ayudas ópticas y la entrega y ajuste final con el informe correspondiente, son igual de importantes.
Por eso el proceso marca el resultado y no al revés.
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