El óptico-optometrista en la atención primaria

El óptico optometrista es un profesional sanitario formado en la Universidad dentro del ámbito de la Ciencias de la Salud. Sus competencias, tal y como recoge la Ley de Ordenación de Profesiones Sanitarias, son la “detección de los defectos de refracción ocular, a través de su medida instrumental, a la utilización de técnicas de reeducación, prevención e higiene visual, y a la adaptación, verificación y control de las ayudas ópticas”, así como, “realizar exámenes visuales con eficacia en cada una de sus fases: anamnesis, elección y realización de pruebas diagnósticas, establecimiento de pronóstico, elección y ejecución del tratamiento y redacción, si procede, de informes de remisión a otros profesionales, con el fin de garantizar la mejor atención al paciente”.

Teniendo claras nuestras competencias y siendo conocedores de que la pérdida del sentido de la visión es el que más preocupa a los ciudadanos españoles, es obvio deducir que nuestro sistema público de salud debe dar cobertura a esta necesidad. Es una reivindicación del colectivo desde hace muchos años y no todas las administraciones lo entienden.

Nuestro sitio natural es la atención primaria, para eso estamos formados y ahí podemos desarrollar de forma muy cualificada nuestras competencias.

Últimamente no dejamos de oír que se va a reforzar mucho la Atención Primaria, algo con lo que estoy plenamente de acuerdo. Un buen funcionamiento del servicio de Atención Primaria descargaría las listas de espera de los servicios hospitalarios y lo más importante, cubriría mejor las necesidades de la población.

La mayoría de las primeras consultas en el servicio de oftalmología son por defectos refractivos, estos se hubieran podido resolver mucho antes desde Atención Primaria por un óptico optometrista descongestionando así las consultas hospitalarias y, por consiguiente, dando una mejor solución a los problemas patológicos.

Creo que muchas son las razones que justifican la presencia del óptico optometrista en atención primaria, así como la inclusión de Optometría en la cartera de servicios de la sanidad pública, incluso de carácter económico, supondría un ahorro importante para la administración, pero la importante es la gran labor del optometrista y la calidad del servicio para la población.