El sarampión, considerada hasta hace poco como erradicada en Europa, ha reaparecido con intensidad. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha hablado de un “dramático auge de esta enfermedad” que puede causar severos daños en la visión de los afectados.
Desde la cojuntivitis a la ceguera: ¿cuáles son los riegos del sarampión para la visión?
En el actual contexto, la OMS ha retirado el estatus de “país libre de sarampión” a Reino Unido, Grecia, Albania y República Checa, lo que significa que la enfermedad ya forma parte de nuestra cotidianidad.
La OMS registró 89.994 casos de sarampión en 48 países europeos en la primera mitad de 2019, más del doble respecto al mismo periodo del año pasado y más que en todo 2018. Además, 37 personas han muerto como consecuencia de este mal.
La conjuntivitis aparece en las primeras etapas del sarampión, junto con la fiebre, tos y fulo nasal
El sarampión es una enfermedad muy contagiosa y grave causada por un virus. Pero, ¿cómo afecta a la salud? La Academia Americana de Oftalmología (AAO) ha detectado seis males que el sarampión causa en los ojos.
El primero de los males es la conjuntivitis, que aparece en las primeras etapas de la enfermedad y es el síntoma distintivo del sarampión junto con fiebre, tos y flujo nasal.
Después está la queratitis, cuyas consecuencias pueden ser mucho más peligrosas que la conjuntivitis, ya que genera dolor en el enfermo, así como enrojecimiento, lagrimación y sensibilidad a la luz.
El sarampión también puede provocar úlceras corneales, que pueden aparecer puntos blancos en la parte anterior del ojo y, por lo general, se tratan con gotas tópicas antivirales o antibióticas. Sin embargo, cuando las úlceras sanan, pueden producir una cicatriz y dejar un tejido cicatricial opaco que inhibe la visión y produce ceguera, según la AAO.
OJO CON LA RETINOPATÍA
La AAO ha señalado que, aunque es poco frecuente, hay casos documentados en los que el virus del sarampión destruye la retina, una capa de células en la parte posterior del ojo que convierte la energía de luz en impulsos eléctricos que van al cerebro. “La retinitis puede producir pérdida transitoria y, en algunos casos, pérdida permanente de visión”.
La enfermedad también puede provocar la aparición de neuritis óptica, afectando al nervio óptico que envía señales de la parte posterior del ojo al cerebro. Esta complicación es relativamente rara, según la EAA, pero puede ocurrir en pacientes con sarampión que además desarrollan encefalitis, o inflamación del cerebro, aunque también se han visto casos sin encefalitis. Los casos agudos pueden tratarse con corticosteroides.
CEGUERA
La EAA también ha señalado que el sarampión es la principal causa de la ceguera infantil en los países en desarrollo en donde los programas de inmunización para esta enfermedad están menos establecidos y por lo general se ven interrumpidos por conflictos bélicos. “Cuando esto se combina con la desnutrición, en especial con la deficiencia de vitamina A, el sarampión se asocia con cicatrices corneales por ulceración y queratitis, dos de las razones más probables de la ceguera producida por esta enfermedad eruptiva. También se ha visto ceguera debida a neuritis óptica”.
MÁS APUNTES SOBRE EL SARAMPIÓN
Antes de que la vacuna se introdujera en 1963 y se generalizara su uso, cada 2-3 años se registraban importantes epidemias de sarampión que llegaban a causar cerca de dos millones de muertes al año, según los registros de la OMS recogidos por Modaengafas.com. Se calcula que en 2017 murieron 110 000 personas en todo el mundo por esta causa, la mayoría de ellas menores de cinco años y a pesar de existir vacunas seguras y eficaces.
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