En un mundo en el que el uso de la visión de cerca cada vez se impone más, llama la atención que, en general y en muchos protocolos de examen, esta no se contemple.
Todos y todas miramos y vemos (mejor y peor de cerca)
Una persona joven y sana, con los ojos, vías ópticas y áreas visuales más sanos que un geranio cultivado en tierra volcánica, puede estar leyendo suprimiendo un ojo
FOTO: Navy Medicine vía Unsplash
Como también sucede con las disfunciones binoculares en las que parece que solo se evalúan los estrabismos evidentes, los problemas visuales de cerca parecen estar prohibidos a los menores de cuarenta y pocos años.
¿Será que está escrito, en algún códice egipcio inspirado por extraterrestres, que la visión de cerca siempre funciona bien de manera universal e incuestionable antes de la presbicia?
Una persona joven y sana, con los ojos, vías ópticas y áreas visuales más sanos que un geranio cultivado en tierra volcánica, puede estar leyendo suprimiendo un ojo, incluso cerrándolo de manera consciente porque se encuentra más cómodo y podrá superar el examen visual con nota.
Es como si en un reconocimiento general se limitarán a excluir el examen de una parte del cuerpo. Incluso, en casos extremos y frente a un motivo de consulta centrado en referir molestias específicas de cerca, se sigue evaluando de lejos para descartar si su causa es debida a la presencia de las tres categorías refractivas, dando por supuesto que el problema acomodativo en la infancia, adolescencia o juventud es un conflicto inexistente por designio divino.
Por esa razón, es interesante observar los malabarismos ópticos que suelen ponerse en práctica cuando una persona joven, emétrope y más o menos ortofórica de lejos, manifiesta molestias en visión próxima.
Como en el modelo visual tradicional las disfunciones de cerca se restringen a la presbicia de las personas maduras, el plantear ayudas ópticas específicas en visión próxima, para personas jóvenes, no puede entrar en la estrategia.
Compensando el efecto frente a la búsqueda de la causa, se propone una solución introduciendo, con calzador, valores refractivos residuales sin ningún sentido, lo que aún puede complicar más el conflicto, porque estos efectos aparecen y desaparecen como indicadores de un sistema tensionado por la intensa y extensa presión visual p
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