Isak Andic, fundador y presidente no ejecutivo de Mango, perdió la vida en un accidente ocurrido el sábado en Collbató (Barcelona), mientras realizaba senderismo junto a su hijo.
Isak Andic, el hombre que apostó por las gafas de la mano de Opticalia
El fundador de Mango perdió la vida el sábado cuando realizaba senderismo con su hijo en las inmediaciones de Barcelona
La muerte de Andic ha causado un gran impacto en España debido a la importancia de un hombre hecho a sí mismo, quien supo levantar un imperio a través de la marca Mango.
Isak Andic, un visionario y emprendedor nato, comenzó a apostar por la moda desde muy joven. Al principio, puso el foco en los tejanos y, luego, fue ampliando su negocio otro tipo de prensas y complementos. En 1984, abrió la primera tienda de Mango en el Paseo de Gracia de Barcelona y convirtió a la empresa en una multinacional con 2.700 puntos de venta en 120 países. En 2023, la compañía registró unas ventas de 3.100 millones de euros, lo que supuso un crecimiento del 15% respecto a 2022.
En el segmento de las gafas de graduado y sol, Mango empezó a trabajar con Opticalia a través de un contrato de licencia firmado en 2012, el cual fue renovado en 2022.
«Enviamos nuestras más sinceras condolencias a sus familiares, amigos y seres queridos. Sin duda, somos muchos los que nos inspiramos en él y lo seguiremos haciendo a través de su legado», dijo Opticalia a través de un comunicado, nada más conocer la muerte de Andic.
«Todo el Grupo Opticalia lamenta profundamente la pérdida de uno de los referentes de la moda», remarcó el grupo.
Por su parte, Toni Ruiz, consejero delegado de Mango, emitió el sábado un comunicado para destacar la vida y obra de Andic.
«Isak ha sido un ejemplo para todos nosotros. Ha dedicado su vida al proyecto de Mango, dejando una huella imborrable gracias a su visión estratégica, su liderazgo inspirador y su compromiso inquebrantable con unos valores que él mismo ha impregnado en nuestra compañía.
Su legado refleja los logros de un proyecto empresarial marcado por el éxito, y también por su calidad humana, su proximidad y el cuidado y cariño que, siempre y en todo momento, ha transmitido a toda la organización.
Su partida deja un vacío enorme, pero todos nosotros somos, de algún modo, su legado y el testimonio de sus logros. Nos corresponde, y este es el mejor homenaje que podemos hacer a Isak y que vamos a cumplir, velar para que Mango siga siendo el proyecto que Isak ambicionaba y del que se sentiría orgulloso. En estos momentos extremadamente difíciles, compartimos el dolor de la familia como algo propio».
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