Colegio Oficial de Ópticos Optometristas de Cataluña (Coooc) ha dado luz verde a una campaña de salud visual con los objetivo de persuadir a la población de los peligros de la miopía y, al mismo tiempo, dar unas pautas para frenar su avance.
Los ópticos catalanes lanzan una campaña de salud visual encaminada a frenar la miopía
Cerca de dos millones de catalanes son miopes y, de ellos, medio millón tienen entre 17 y 27 años
Cerca de dos millones de catalanes son miopes y, de ellos, medio millón tienen entre 17 y 27 años. En términos generales, afecta al 5% de los niños en edad preescolar, al 9% de los niños en edad escolar y al 30% de los adolescentes. De hecho, la miopía ya está considerada como una pandemia global por la Organización Mundial de la Salud (OMS), quien vaticina que en 2050 la mitad de la población será miope. En el caso de los niños, la prevalencia de la miopía se doblará del 10% al 20%.
La miopía no es una enfermedad sino una disfunción visual con un componente genético muy grande. «La miopía tiene un factor genético, pero la cosa va más allá: si la genética predispone, el ambiente dispone», ha dicho Joaquim Grau, presidente del Coooc. Sin embargo, existen factores ambientales y hábitos que favorecen su aparición y evolución. Otros, como el deporte al aire libre, ayudan a controlarla.
De hecho, no es la práctica de deporte en sí misma, a pesar de los beneficios que nos aporta a nuestra salud en general, sino el disfrute de ratos al aire libre. Esto se debe principalmente a dos razones. Por un lado, predomina la visión lejana. Por otro lado, se ha demostrado que la luz solar tiene un efecto inhibidor de la miopía. La luz estimula la liberación de dopamina en la retina, que bloquea el alargamiento del ojo que se produce durante el desarrollo de la miopía.
Según un estudio publicado en 2015 en la revista científica Investigative Ophtalmology & Visual Science (IOVS), los niños que durante los 18 meses que se prolongó el estudio pasaron más tiempo expuestos a la luz solar tuvieron un crecimiento longitudinal del ojo más pequeño, reduciéndose los casos de miopía e incluso estancándose su evolución.
Los mismos resultados se extrajeron de un trabajo publicado en 2018 por la Academia de Oftalmología Americana. En un nuevo análisis, realizado por la Universidad de Cambridge y en el que se revisaron ocho estudios publicados recientemente recogiendo datos de 10.400 niños y adolescentes, se extrajo que por cada hora a la semana que el niño pasa al exterior se reduce un 2% del riesgo de miopía.
Los niños que pasaron más tiempo expuestos a la luz solar tuvieron un crecimiento longitudinal del ojo más pequeño
“Los niños deben pasar al menos tres horas diarias al aire libre, con unos niveles de luz de unos 10.000 lux. Esta es la iluminación que nos proporciona un día nublado, mientras que en una oficina o aula bien iluminada no se superan los 500 lux”, ha enfatizado Grau.
No obstante, el cambio de hábitos vivido en las últimas décadas hace que no se destine ni una hora al día para realizar actividades deportivas en el exterior. En concreto, el 70% de los jóvenes dedica menos de una hora al día a realizar actividades al aire libre, tal y como recoge el estudio Prevalencia de la miopía de los jóvenes en España.
Esto contrasta con el incremento del uso de las pantallas: ocho de cada 10 jóvenes utilizan su móvil más de dos horas diarias. A esta cifra hay que sumarle el uso de otras pantallas, como la televisión, los ordenadores o las tabletas. De esta forma, se supera y, de largo, la recomendación de los expertos de limitar a un máximo de dos horas diarias la visualización de pantallas.
“Esto no es sólo un peligro para la visión, dado que a partir de las 6 dioptrías ya se considera un ojo patológico (miopía magna) y que, a la larga, puede provocar graves problemas visuales y oculares, como desprendimientos de retina o maculopatías miópicas, sino que también puede perjudicar nuestra salud en general”, ha dicho Grau.
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