La saga de los Estaire: de la mercería de la abuela Mercedes a la primera óptica deportiva de España

Ahí tenía su pequeño negocio, sus clientes, sus charlas con las vecinas, su día a día…Pero el tiempo corre demasiado rápido y llegó el momento de jubilarse, una jubilación que trajo el cierre de la mercería, aunque también nuevas ideas, las de su marido, Manuel Santos, el abuelo de Miguel, que es quien nos narra ese pasado para llegar al presente de Óptica Estaire y que no duda ni un segundo en calificarle de “innovador”.

Ese correr de los años también traía cambios en las costumbres de los ciudadanos, en la forma de vivir, en las modas… y Manuel pensó que en aquel local de barrio podría abrirse una óptica de la que se encargaría su hijo Manolo. Pensado y hecho. Así, a finales de los 60, nace Óptica Estaire S. L., con ese apellido tan conocido por todos, tan ligado a esas calles, tan familiar, donde no sólo se podían comprar gafas o graduar la vista, sino también hacerse esas fotografías para el recuerdo, algo ahora impensable.

Comenzaba una nueva andadura, una iniciativa distinta que por encima de todo quería mantener el espíritu de la tienda de Mercedes: la cercanía y la confianza con sus clientes, algo que no se ha perdido con el transcurrir de los años y la llegada de otra generación.

Después, vino el turno de los hijos de Manolo: Miguel y David, dos hermanos con inquietudes, con ganas de arriesgar y de hacer cosas innovadoras, y, desde pequeños, amantes del deporte. Aunque la jubilación de Manolo, nos confiesa Miguel, no supuso un adiós, pues la poca distancia desde su casa hace que, aunque desvinculado profesionalmente, las visitas sean muy frecuentes. Normal, al fin y al cabo, ha sido toda una vida y el alma mater de muchas ideas convertidas en realidad.

En 2005, Miguel acabó la carrera de Óptica en la Universidad Europea, una formación que amplió con otros cursos en otras universidades, y entró a trabajar en el negocio familiar. En 2008, es su hermano David, que estudió audioprótesis, quien viene a completar el servicio al establecer una parte de audiología. Juntos comienzan otra aventura. Ellos habían vivido cómo muchas de las personas que se acercaban a la óptica buscaban en su padre el asesoramiento a la hora de comprar unas gafas para hacer deporte: natación, tenis, pádel, ciclismo, triatlón, especialidad en la que Manolo llegó a competir. Esas continúas preguntas hicieron que pensaran en el gran vacío que había en el mercado. Y pensando, pensando, en 2010, nació la primera óptica física y virtual especializada en deporte en España: Gafadeportiva.com. Dos jóvenes que unían sus dos pasiones: la salud visual y auditiva y el deporte. Miguel, el pádel y tenis; David, las motos.

Y comenzó una carrera de fondo. Más formación, ferias nacionales e internacionales para ponerse al día, búsqueda de marcas y productos interesantes para el deporte, participación en eventos deportivos… hasta que pasaron de mirar y buscar a tener el propio stand en esos acontecimientos para también, poco después, dar a conocer su propia marca: Estaire Optical Sport, EOS.

Otro siglo, el XXI, otras exigencias, otras tecnologías, otras mentalidades y un mundo en el que la palabra éxito viene de la mano del verbo arriesgar, y ellos, Miguel y David, lo hicieron: en 2017, fabricaron su propia marca de gafas deportivas con diferentes modelos, cada uno enfocado a cada deporte. Gafas con un diseño propio y personal que, además, se pueden graduar, y que se venden en todo el mundo, siendo la estrella de la colección las gafas para pádel, al prevenir posibles lesiones oculares por los pelotazos, aunque también las gafas para rugby o las de buceo.

Una marca, Estaire Optical Sport, que no cierra las puertas a las principales marcas deportivas del mercado: Oakley, Bollé, Rudi project, Adidas… etc. para que el cliente tenga un amplio abanico donde elegir.

Aquella mercería de la abuela Mercedes queda lejos en el tiempo, pero muy cerca en el corazón. Su apellido se luce con orgullo en esta óptica que no ha renunciado a su esencia de barrio y que sigue apostando por ese trato cercano y de confianza, reitera Miguel, con una clientela muy fiel, pero que a la vez ha evolucionado y se ha subido al tren de las oportunidades convirtiéndose en un negocio internacional gracias a internet y a la capacidad innovadora y entusiasta que poseen. Una óptica de barrio, un centro auditivo, una óptica deportiva…Experiencias y las últimas tecnologías para cuidar la salud visual de sus pacientes, desde glaucoma, fotoqueratitis, presbicia, astigmatismo, cataratas… Para volar y llegar a muchos países.

Cinco son las personas que trabajan en Óptica Estaire, Miguel, David, Ana, María y Mónica y muchas las ganas de seguir avanzando, por eso, aunque de momento no se pueden contar, pronto habrá nuevos proyectos. Y es que, como dice Miguel sonriendo y con orgullo: “Somos cabezas pensantes”.