“El tratamiento de la miopía no debe ser una opción, sino una obligación de los optometristas”

Así, el WCO ha emitido una resolución en la que señala que, dada la gravedad del estado de la salud visual de la población, los profesionales del sector no deben solo limitarse a corregir el error refractivo del paciente: de hecho,  el tratamiento de la miopía no debe ser una opción, sino una obligación de los optometristas.

Con la resolución, el WCO define el estándar de atención basado en la evidencia, que se compone de tres vertientes principales.

La primera de las vertientes e la mitigación. Con ella, los optometristas deben educar y asesorar a padres e hijos, en chequeos oculares tempranos y periódicos, sobre los factores relacionados con el estilo de vida y la dieta, entre otros, que pueden ayudar a prevenir y retrasar la aparición de la miopía.

La otra vertiente es la medición. De este modo, los optometristas deben evaluar el estado de un paciente en chequeos periódicos e integrales de la vista y la salud ocular (es decir, el error refractivo y la longitud axial siempre que sea posible).

La tercera vertiente es el tratamiento. Los optometristas deben abordar las necesidades de los pacientes hoy en día corrigiendo la miopía y, al mismo tiempo, ofreciendo intervenciones basadas en la evidencia (por ejemplo, lentes de contacto, gafas, productos farmacéuticos) a fin de retrasar la progresión de la miopía y mejorar la calidad de vida y la salud ocular hoy y en el futuro.

Por todo eso, el WCO aconseja a los optometristas incorporar el estándar de atención para el tratamiento de la miopía como parte de su práctica habitual, es decir, no limitarse únicamente a corregir la visión sino también incluir educación pública y conversaciones tempranas y frecuentes con los padres a fin de explicarles qué es la miopía, qué factores relacionados con el estilo de vida pueden incidir en la miopía, cuáles son los principales riesgos que conlleva la miopía para la salud ocular a largo plazo y qué posibles enfoques existen para tratar la miopía y ralentizar su progresión.