El cobro por los servicios profesionales va ganando terreno en la óptica. El último Libro Blanco de la Visión deja ver que este segmento -que incluye los exámenes optométricos y la terapia visual- ha registrado un repunte interanual del 4,80% en 2022, hasta situarse en 11,6 millones de euros.
El cobro por los servicios profesionales en las ópticas crece un 4,8% en 2022 hasta 11,6 millones de euros
Los datos reflejan que existe una tendencia ascendente que se mantiene año tras año
La cifra, si se compara con la facturación total del sector (1.918 millones de euros) es ínfima. No obstante, los datos reflejan que existe una tendencia ascendente que se mantiene año tras año, y que sólo se rompió en 2020 (-11%), cuando la pandemia de la covid colapso al mundo y provocó el cierre forzoso de la gran mayoría de establecimientos ópticos a lo largo y ancho España. En ese año aciago, las empresas del sector se limitaron a mantener en funcionamiento unos pocos establecimientos con el fin de ofrecer servicios de emergencia a los ciudadanos.
El cuello de botella de la óptica española: más ópticas y menos ópticos
Pero restando ese 2020, los datos de los últimos años demuestran que los servicios profesionales ya tienen un lugar en la cuenta de resultados de las ópticas.
En 2019, según el Libro Blanco de la Visión, los ingresos de las ópticos por servicios profesionales escalaron un 4,20% en términos interanuales. En 2021, el alza fue del 14,38%. Sin embargo, hay que aclarar que ese incremento obedeció a la base comparativa muy baja respecto a 2020.
También hay que destacar que más allá de cualquier consideración, los servicios profesionales son la principal palanca de ventas de un establecimiento de óptica, y más en estos tiempos, en que varias empresas están apostando por servicios como el de la terapia visual y posicionando sus ópticas como centros de salud visual. De hecho, muchos ópticos consideran que la venta es la consecuencia directa de un buen servicio profesional.
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