De la gestión del negocio al gabinete: la inteligencia artificial aterriza en la óptica

No se pueden poner puertas al campo. La tecnología ha irrumpido con una fuerza inusitada en todos los campos de actividad, desde los más avanzados hasta los más tradicionales, para cambiar al mundo. Y así, de la noche a la mañana, todos hablan de la inteligencia artificial (IA), y lo hacen como si fuese la solución a todos los problemas, la única herramienta para proyectarnos al futuro.

De hecho, las transformaciones que están ocurriendo podrían compararse con aquellas que ocurrieron en la primera revolución industrial, que arrancó en el Reino de Gran Bretaña, allá por el siglo XVIII, y que finalizó entre 1820 y 1840 tras extenderse por la Europa Occidental y Norteamérica.

Sí, vivimos en una época de cambios, en las que a nadie sorprende que ya existan coches que circulan sin conductor, o que una gran multinacional del ecommerce utilice drones para la entrega de paquetería, o que, gracias a ChatGPT, muchas empresas intenten mejorar sus operativas.

En la óptica conviven los aspectos sanitarios con aquellos relacionados con la gestión del punto de venta y comercialización del producto

Lo cierto, sin embargo, es que esos grandes avances también pueden encontrar algunos frenos, de manera especial, en sectores en los que ninguna virguería puede reemplazar a la persona y al criterio de un profesional. Ese, por ejemplo, es el caso de la óptica, actividad en la que conviven los aspectos sanitarios con aquellos relacionado con la gestión del punto de venta y comercialización del producto.

Por ello, y por esas particularidades que tiene la óptica, la aplicación de la IA tiene que realizarse con precaución y para determinados fines.

En este contexto, Christian Espinoza, consultor de comunicación especializado en el desarrollo de las nuevas tecnologías, ha explicado que antes de utilizar la IA en una óptica es necesario entender cómo funciona un establecimiento sanitario, puesto que no se trata de un negocio de retail puro y duro.

Sin embargo, más allá de esas particularidades, Espinoza ha remarcado que la IA puede ayudar a las ópticas en diferentes aspectos, que les pueden hacer más rentables y efectivas. Por ejemplo, la tecnología puede ser vital para realizar la promoción de un establecimiento, ya que facilita la ejecución de estrategias de difusión a través de las redes sociales.

La utilización de la IA dentro del sector es un tema que viene debatiendo en España y en el resto del mundo

“En el tema de atención al cliente, la IA también va a ser un apoyo para el negocio de la óptica”, ha dicho el consultor, enfatizando en el hecho de que esta tecnología facilita el diseño de imágenes en 3D que podrían ayudar a un comprador a ver cómo le quedan los diferentes modelos de monturas.

El grupo Cecop, que en España está liderado por Alejandro García Roqué, también ha incidido en la importancia que tiene la IA para la gestión de una óptica, ya que su aplicación permite realizar una optimización del inventario, hacer un seguimiento personalizado de los clientes, analizar tendencias de moda, sugerir monturas basadas en preferencias individuales y mejorar la eficiencia operativa. 

A esto se suma el desarrollo de Chatbots de atención al cliente que brindan respuestas instantáneas, mejorando la comunicación y la satisfacción de los usuarios.

Múltiples campos de aplicación

La utilización de la IA dentro del sector es un tema que viene debatiendo en España y en el resto del mundo. En efecto, hay muchos factores a considerar independientemente de los usos que está haciendo la industria en la fabricación de productos innovadores como es el caso de las lentes progresivas,

El pasado noviembre, la Facultad de Óptica y Optometría de la Universidad Politécnica de Cataluña organizó una jornada sobre la IA y el Big Data, en la que quedó patente que es inevitable la adopción de la tecnología en el sector sanitario.

En esas jornadas, Alex Parera, profesor de la UPC, reconoció que la introducción de la IA en el sector sanitario aún es lenta, pero enfatizó en el hecho de que la tecnología, dentro de poco, recibirá un gran impulso por un tema, básicamente, económico, ya que permitirá aumentar la productividad.

El tema de la IA también se abordó en el XXI Simposio Internacional de Optometría de Hong Kong, realizado a mediados de septiembre

En el mismo evento, Albert Isern, consejero delegado de Momentum Analytics, puso el foco en otro aspecto de la tecnología, destacando su uso en aquellos procesos que permiten identificar y segmentar a la población, a través de la búsqueda de patrones de las familias que viven en las zonas de influencia de las empresas, lo que en marketing se llama perfiles de consumidores.

El tema de la IA también se abordó en el XXI Simposio Internacional de Optometría de Hong Kong, realizado a mediados de septiembre, en el que profesionales de China, Estados Unidos, Australia y Reino Unido debatieron sobre los desarrollos de esta tecnología y la teleoptometría. 

De hecho, el simposio se habló de cómo la tecnología podría ayudar a las personas con discapacidad visual y reducir la presión de personal en la atención primaria de salud. También se compartieron ideas sobre si los avances tecnológicos pondrían en peligro las perspectivas laborales de los optometristas.

El sistema comienza con una evaluación de afecciones oculares, seguida de una clasificación de casos, prescripciones de gafas graduadas

En ese encuentro, la Dra. Priya Morjaria de Peak Vision, una empresa del Reino Unido que se especializa en el cuidado de la visión, dijo que el 90% de los casos de ceguera podrían evitarse si las personas recibieran exámenes y asistencia oportunos. En este contexto, su empresa ha desarrollado un software de detección de la salud ocular para ayudar a los países a cerrar las brechas en los servicios de atención oftalmológica.

El sistema comienza con una evaluación de afecciones oculares, seguida de una clasificación de casos, prescripciones de gafas graduadas,  e incluso una intervención quirúrgica. Todo esto queda documentado en el sistema, lo que reduce la posibilidad de que los pacientes que necesitan atención no sean objeto de seguimiento.

Por su parte, Benny Chung-ying Zee, profesor de la Escuela de Salud Pública y Atención Primaria del Jockey Club de la Universidad China de Hong Kong, explicó cómo la utilización de un software de IA, diseñado para analizar la retina, permitió predecir el riesgo de accidente cerebrovascular y deterioro cognitivo de un paciente, lo que facilitó una intervención temprana para mejorar los hábitos de estilo de vida. Este enfoque también podría reducir la carga a largo plazo que los exámenes de la vista supondrían para el sistema sanitario.

Más allá de eso y en lo que es el día a día de una óptica, la IA y el Big Data va ganando terreno en algunos campos de actividad como es el caso de las terapias visuales, en los que ya se utilizan softwares que combinan la IA, el Big Data y 3D. Todos esos factores, en combinación con la gamificación, permiten desarrollar entrenamientos personalizado a través de un catálogo de distintos videojuegos, lo que hace también que los pacientes se diviertan y motiven durante el tratamiento.