Yuniku son las las primeras gafas 3D diseñadas para buscar la visión óptima del usuario. Se trata de una firma de gafas tailor made que, a través de un avanzado sistema de escáner facial, ajusta la lente a las necesidades de visión, estilo de vida y fisonomía del cliente, adaptadas a la montura que mejor encaja con los rasgos faciales de cada una de nosotras. O de ellos.
Las gafas han sido desarrolladas por Grupo Hoya y se comercializan en la Óptica Cottet de Portal de l’Àngel, en Barcelona, un establecimiento con glamour donde los haya.
Abierto en 1902 por Constantino Cottet, es uno de los más emblemáticos de Barcelona, no solo en el sector de la óptica. De hecho, su seña de identidad es el gran termómetro que comenzó a funcionar en 1956 y que, por si no se han enterado, tiene una altura equivalente a cinco plantas, una estructura de 570 metros de tubo de neón y un peso de 2.000 kilos. En realidad, el termómetro acabó por convertirse en símbolo ciudadano, como ha sido reconocido oficialmente por el Ayuntamiento de Barcelona, al declararlo de interés social.
Pero volvamos a Yuniku. Para quienes no lo sepan, Hoya fabrica cristales y, en esta ocasión, se ha aliado con dos reconocidos estudios de diseño europeos para desarrollar las gafas: Hoet (Bélgica) y Ørgreen (Dinamarca), así como con Materialise, líder en software de impresión 3D.
El lanzamiento de Yuniku se escenificó en la tienda de Cottet, la noche del 22 de marzo. Ya sé que han pasado algunos días de eso, pero sólo quiero contarles que Gemma Mengual acudió al acto (fue un cóctel) en calidad de madrina, además de que también lo hicieron el actor Alan Hernández y la actriz Cristina Brondo.