Si el cerebro no recibe toda la información sonora que necesita a través de los oídos, tiene que trabajar más para concentrarse en lo realmente importante. Este esfuerzo adicional tiene consecuencias negativas: envejecimiento más rápido del cerebro, cambios en la forma en que este funciona o incremento de la incidencia de lesiones por caídas, fatiga, estrés, aislamiento social o depresión”.
Oticon alerta: los problemas del cerebro pueden generarse por una mala audición
Esta es la advertencia que ha lanzado Oticon, con motivo del Día Mundial del Cerebro, que se celebra el 22 de julio.
“Las afecciones del cerebro van más allá de lo que a priori podemos pensar, es el caso del sistema auditivo. La audición es un proceso mental, y es que al contrario de lo que se cree es el cerebro el que oye, no el oído, y ello conlleva que los problemas auditivos se conviertan automáticamente en problemas para el cerebro”, ha advertido Oticon a través de una nota de prensa.
«La audición es un proceso mental, y es que al contrario de lo que se cree es el cerebro el que oye»
Oticon asegura que ha realizado investigaciones que demuestran que la pérdida auditiva reduce (o limita) la cantidad de información sonora que llega al cerebro y la persona que la sufre se siente aislada en mayor o menor grado. Así, estas investigaciones han demostrado que el cerebro desempeña el papel más importante dentro del proceso auditivo, llegando a crear el término Brainhearing, o escucha cerebral.
Las consecuencias de vivir con pérdida auditiva no tratada incluso pueden acarrear un riesgo significativamente mayor de demencia, hasta cinco veces más que las personas con una buena audición.
Suscríbete a la newsletter de modaengafas.com