La vuelta a clases en los tiempos de la miopía

El regreso se produce en medio de una crisis sanitaria -la de la miopía- de la que nadie habla, que pasa de puntillas por los maas media y las rede sociales, que, en los tiempos que corren, son los grandes constructores de la realidad, esa realidad salpimentada por la coyuntura.

La coyuntura de esta época del año es la vuelta a clases. Y en este contexto, los reportajes que se proyectan en los telediarios o se publican en los periódicos versan sobre el coste de los cuadernos y demás útiles escolares, de los niños que van por primera vez a la escuela y lloran a lágrima viva por ese dolor que supone la primera separación de la familia…

De la salud visual, en cambio, se habla muy poco. Alguna entrevista por aquí y otra por allá, para rellenar el espacio o manchar página

De la salud visual, en cambio, se habla muy poco. Alguna entrevista por aquí y otra por allá, para rellenar el espacio o manchar página. Y todo ocurre cuando, desde hace ya un quinquenio, la Organización Mundial de la Salud (OMS) viene alertando de que la miopía puede ser una de las pandemias del siglo XXI; si las cosas continúan como tal, en el 2050, el 50% de la población será miope.

Los datos de la miopía en España son alarmantes. Un estudio de Amires realizado en la Comunidad de Madrid señala que entre los niños que cursan el segundo de primaria hay una prevalencia de la miopía del 6,5%, la cual crece hasta un 18,7% en sexto. Se trata de un incremento de tres veces sobre la prevalencia original.

Otro estudio, El estado de la salud visual de los adolescentes en España, refleja que uno de cada tres casos de fracaso escolar se relaciona con problemas de visión.

La situación es preocupante. Y si ahora la miopía es un problema, dentro de unos años también lo será el fracaso escolar, con todos los daños que eso desencadenará en la sociedad.