La contactología alcanza nuevos horizontes en el siglo XXI, que pasará a la historia de la humanidad como la centuria en la que la miopía alcanzó el calificativo de pandemia. Este artículo forma parte del CUADERNO DE LA ÓPTICA dedicado a la contactología, que está patrocinado por TEMÁTICA SOFTWARE, ESCHENBACH y WASABI PRODUCTIONS.
La miopía, esa pandemia que amenaza con cegar al mundo
La realidad es tozuda: 180 millones de personas padecen una discapacidad visual en todo el mundo y, de ellas, 40 millones son ciegas. ¿Por qué? Por enfermedades retinianas, cataratas no tratadas u otras patologías como la diabetes o déficit de vitamina A.
Los datos, suministrados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), representan una evidencia clara del impacto de un grave problema que también tiene su reflejo en España, donde más de 1,5 de personas padecen baja visión, cifra que podría triplicarse antes de 2050 si se mantiene la tendencia de crecimiento.
Visión y Vida no se ha quedado indiferente ante la cruda realidad y ha realizado un diagnóstico de la situación a través del estudio La pandemia de la miopía: factores que nos han hecho llegar hasta aquí y que determinarán nuestro futuro, y lanzar una alerta a la sociedad en el sentido de que nunca es tarde para evitar un mal mayor.
Una de las prioridades de la sociedad del siglo XXI es poner en marcha medidas para realizar un cuidado preventivo de la visión
Aunque las variables que inciden en la ceguera son diversas, Visión y Vida estima que debemos ocuparnos, en mayor medida, de todos los factores que la causa y pueden ser evitables o, por lo menos, controlables, a través de la puesta en marcha de medidas para realizar un cuidado preventivo de la visión de la ciudadanía.
“Una de ellas (a evitar) es el desarrollo de la miopía, dado que una miopía magna -es decir, aquella que supera las 5 dioptrías- puede desencadenar problemas retinianos, como desprendimientos de retina, maculopatías y patologías del nervio óptico”.
UN PAÍS DE MIOPES JÓVENES
En la actualidad, más de la mitad de los habitantes de España que se encuentra entre los 18 y 34 años es miope. En concreto, el 57,7% de las mujeres y 48,7% de los hombres. El asunto es preocupante porque se trata de una población joven.
Son múltiples las causas que han confi gurado esta realidad, entre las cuales, destacan aquellas que todos las asociamos a los nuevos hábitos del siglo XXI, como el uso intensivo de dispositivos con pantallas digitales lo que, por añadidura, genera sedentarismo. De hecho, los amantes de los videojuegos –siempre según el estudio que dedican más de cinco horas a jugar son miopes en un 70%, mientras que aquellos que no superan las 0,5 horas (se entiende frente a una pantalla) solo lo son en un 56%.
“Este punto es interesante dado que confirma un aspecto que siempre se ha pensado: no solo es el tiempo destinado al juego, sino que este lleva implícito un mayor tiempo dedicado a pantallas, espacios de interior, poca actividad física o sedentarismo”.
Sin embargo, también hay otros factores asociados al desarrollo de la pandemia. El tabaquismo, por ejemplo, tiene una relación directa con la evolución de la miopía, siendo los más precoces al fumar un 17% más miopes (de 10 a 14 años, 47,5%) que los que se iniciaron entre los 25 y 30 años (30,5%).
Y otro factor, relacionado con la poca ingesta de frutas y verduras durante la infancia y adolescencia, también ha sido determinante para que los ojos de más del 50% de la población joven de España se “miopice”.
“La alimentación tiene una incidencia directa en la salud visual y, como se esperaba, en la salud en general. Así, privar a los ojos del aporte necesario de vitaminas A, C, E, luteína y otros componentes imprescindibles para el desarrollo ocular tiene un impacto directo en el estado de la visión de los ahora jóvenes”, remarca el estudio.
La miopía infantil se ha incrementado en 0,88 dioptrías respecto a la que tenían a esa edad los nacidos en 1975
Todo lo que revela el estudio de Visión y Vida viene a ser la confi rmación de una realidad que la han venido advirtiendo otros organismos como, por ejemplo, el Colegio Oficial de Ópticos-Optometristas de Cataluña (Coooc), que realizó una encuesta sobre los Hábitos visuales de los menores de 8 años, cuyos resultados no deberían dejar indiferente a nadie.
Los datos de la encuesta del Coooc han dejado paso al pesimismo, porque, en la actualidad, la miopía infantil se ha incrementado en 0,88 dioptrías respecto a la que tenían a esa edad los nacidos en 1975. En la actualidad, el 60% de personas de entre 17 y 23 años es miope, condición que también afecta al 40% de los mayores de 40 años. Si la situación sigue así y conforme avance el uso de tablets, los niños de ahora corren un riesgo grande de desarrollar en su etapa adulta miopías de más de cinco dioptrías, con los consiguientes daños que eso provoca en la salud visual.
Lo grave de la situación es que, a partir de las cinco dioptrías, el miope multiplica por 20 las posibilidades de sufrir un desprendimiento de retina o por casi 50 las de maculopatía diabética. Si no se previene todo esto, la pandemia golpeará con mucha fuerza en treinta años y terminará por cegar a buena parte del mundo.
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